Thiago Medina mostró las secuelas físicas que le dejó el accidente: "Me da vergüenza"
A casi cuatro meses del choque en moto que puso su vida en riesgo, el ex Gran Hermano compartió una imagen íntima y relató cómo convive hoy con las cicatrices y el dolor físico.
A tres meses y medio del grave accidente en moto que casi le cuesta la vida, Thiago Medina atraviesa el cierre de año con una mezcla de alivio, gratitud y emociones difíciles de procesar. El exparticipante de Gran Hermano eligió despedir el 2025 con un mensaje profundo, atravesado por las secuelas que aún arrastra y por la certeza de haber sobrevivido a una experiencia límite.
En la intimidad de sus redes sociales, decidió mostrar por primera vez las cicatrices visibles que le quedaron tras el choque y poner en palabras lo que le generan en su vida cotidiana. La publicación fue directa y sincera. Frente a un espejo, con el torso desnudo, Thiago dejó ver una extensa marca que atraviesa su abdomen de arriba hacia abajo, producto de las intervenciones quirúrgicas a las que fue sometido durante su internación.
Junto a la imagen, escribió: “Les voy a contar algo que me está pasando”. Luego, sin filtros, expuso una de las consecuencias emocionales más duras del proceso: “Me da vergüenza andar en cuero. Ahora, ni adelante de Dani puedo estar sin remera”. La frase, breve pero contundente, reflejó el conflicto interno que todavía enfrenta al reconocerse en su propio cuerpo.
Más allá de lo visible, el accidente dejó secuelas físicas que siguen presentes. Thiago contó en distintas oportunidades que continúa en tratamiento y que, con determinados cambios climáticos, siente dolor en todo el cuerpo. Durante la internación perdió 22 kilos y su estado fue tan delicado que, según relataron los médicos, existió la posibilidad de que quedara en silla de ruedas de manera permanente. Además, explicó que la extracción del bazo lo volvió más vulnerable desde el punto de vista de la salud: “Y me dijeron que al sacarme el bazo soy más propenso a enfermarme”.
Sin embargo, el mensaje no se limitó al dolor ni a la vergüenza. También hubo espacio para la reflexión y el agradecimiento. En el mismo posteo, Thiago compartió una mirada distinta sobre esas marcas que hoy le cuesta aceptar: “Lo que es saber que gracias a estas cicatrices estoy vivo, es algo que me va a marcar para toda la vida”. Y sumó una interpretación personal de lo vivido, atravesada por la fe y el acompañamiento recibido: “También saber que todo lo que pasé fue por algo. Gracias a Dios, y a todos ustedes que oraron por mí, estoy acá”.
En este fin de año, Medina levantará la copa por sus hijas gemelas, Laia y Aimé, por Daniela Celis —a quien conoció dentro de la casa de Gran Hermano—, por su familia y por sus amigos. Pero, sobre todo, brindará por su propia vida. Por haber salido adelante cuando todo parecía incierto, por seguir de pie pese a las marcas que quedaron y por el camino que todavía tiene por recorrer. Las cicatrices, aunque hoy le generen incomodidad, son también el recordatorio más concreto de que sigue acá, con todo por vivir.
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