Día del Queso: Festival de provoletas para elegir

Lifestyle

El 27 de marzo se celebra el Día del Queso, una fecha dedicada a homenajear uno de los alimentos más antiguos y versátiles del mundo.

El queso tiene una historia milenaria, con orígenes que se remontan a más de 7,000 años. Se cree que fue descubierto por accidente cuando la leche se almacenó en recipientes hechos con estómagos de animales, lo que permitió la acción de las enzimas y el cuajado natural. Desde entonces, ha evolucionado en cientos de variedades con diferentes sabores, texturas y aromas.

Hoy te traemos los mejores lugares para comer una buena provoleta, en el día del queso:

BAGA

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Ubicado en el Hipódromo Argentino de Palermo, BAGA replica de manera única el espíritu bon vivant del sur de Francia. De la mano del chef ejecutivo Dante Liporace, sabores franceses y autóctonos se fusionan armoniosamente. Este es el caso de la provoleta, que se presenta en una original versión: provoleta brûlée, civet d’osso bucco. Elaborada a partir de una provoleta ahumada marca Arrivata, se acompaña con un ragú de osobuco de cocción larga y se completa con tomates cherry caramelizados. Un contraste de sabores y texturas que invita a disfrutar de esta especialidad en un ambiente donde cada detalle cuenta.

Dirección: Av. del Libertador 4101, Palermo.

Instagram:@bagabuenosaires

BILBAO

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En una de las esquinas más icónicas de Palermo, Bilbao es el lugar donde el producto de calidad y los platos tradicionales de la cocina española se fusionan con un toque local único. El tapeo es una de sus grandes especialidades, entre las que resaltan sus provoletas. Es el caso de la parrillera al hierro con una sabrosa combinación de peras y maní, así como la provolone Bilbao, también al hierro, con cebolla caramelizada, ajíes asados y jamón ibérico en cubitos tostados. Para complementar esta experiencia, se recomienda probar El Vermut de la casa, servido con sifón de soda. Quienes busquen opciones más clásicas, pueden aprovechar su variada y refrescante selección de cervezas.

Dirección: Thames 1795, Palermo.

Instagram: @bilbao_argentina

ARDE

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Ubicado en Villa Urquiza, Arde es el lugar donde se fusionan a la perfección la esencia de un bodegón y el encanto de una cantina, cuya propuesta invita a disfrutar de los sabores tradicionales de la cocina porteña. Entre sus platos más pedidos se encuentra la provoleta, que se ofrece en diversas versiones: la clásica, rellena con jamón y cebollas asadas; Arde, con panceta, huevo frito y verdeo; y Champi, con rúcula, champiñones salteados y miga de pan tostado. Cada una es una explosión de sabor, color y texturas que se pueden pedir, por ejemplo, con sus cervezas artesanales.

Dirección: Pedro Ignacio Rivera 4999, Villa Urquiza.

Instagram: @ardebrasas

VIEJO PATRÓN

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Viejo Patrón incluye en su carta la clásica provoleta como parte de sus entradas a la parrilla. Creado por el sommelier de carnes Julio Gagliano, este proyecto culinario ubicado en Liniers ofrece dos versiones de este emblemático plato argentino: una clásica, que sale con orégano fresco y oliva, y otra al estilo Viejo Patrón, que deleita con una combinación de sabores y texturas, ya que se sirve con hojas de rúcula fresca, pico de gallo (con cebolla morada y tomate) para el elemento ácido, una sutil presencia de reducción de aceto y nueces fritas para un toque crujiente adicional. Esta parrilla y restaurante recomienda complementar estas propuestas con una tradicional copa de vino.

Dirección: Av. Larrazábal 502, esq. Patrón, Liniers.

Instagram: @viejopatronrestogrill

MONDONGO & COLIFLOR

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Desde una histórica esquina en Parque Chacabuco, Mondongo & Coliflor ofrece en su menú inspirado en clásicos de la gastronomía argentina una original provoleta que sobresale por su notable calidad y combinación de sabores. Esta versión M & C forma parte de las entradas de la cantina y se presenta con tomates confitados, tiras de panceta crocante y rúcula fresca. Un detalle no menor es que la sirven en una provoletera, para mantener la temperatura y así poder disfrutarlo hasta el último bocado. Recomiendan degustar este plato con un refrescante Vermut de la casa, que sirven con un sifón de soda y lo preparan infusionado con té Earl Grey y naranja, ideal para esta auténtica experiencia culinaria porteña que está disponible tanto durante el mediodía como por la noche.

Dirección: Del Barco Centenera 1698, Parque Chacabuco.

Instagram: @mondongoycoliflor

RUFINO

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La provoleta de Rufino se ha convertido en una de las opciones más solicitadas por los comensales que visitan esta elegante parrilla y restaurante, que rinde homenaje a la cocina argentina moderna. Situado en el subsuelo del hotel Mio Buenos Aires, en Recoleta, este atractivo plato no sólo destaca por su generoso tamaño de 180 g, sino también por su exterior dorado y las distintivas marcas del asador. Llega al comensal con tomate, rúcula y un pickle de cebolla morada, que añade un toque ácido al conjunto, junto con un dip de salsa de tomate que complementa el perfil ahumado, suave y ligeramente picante del queso. Para realzar esta experiencia, el maridaje adecuado es una copa de vino blanco clásico.

Dirección: Av. Pres. Manuel Quintana 465, Subsuelo del Hotel Mío Buenos Aires, Recoleta.

Instagram: @rufinoarg

LA DORITA

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La provoleta de La Dorita es una verdadera celebración del queso fundido, con una textura crujiente por fuera y un interior cremoso que se derrite en cada bocado. Cocida a la parrilla sobre brasas de quebracho, sale con cebollas al rescoldo, que aportan un dulzor ahumado. Para los amantes de los sabores tradicionales, la versión clásica realza el sabor intenso del queso con un sutil toque de orégano y oliva. Como entrada ideal para compartir, se disfruta antes de una parrillada completa o junto a la emblemática tortilla de papas con corazón de provolone estacionado. Para acompañar, nada mejor que un vino Malbec de cuerpo intenso o un blend elegante de la notable carta de etiquetas nacionales. En un salón lleno de historia y color, donde la esencia porteña se respira en cada rincón, La Dorita sigue conquistando paladares con su cocina auténtica y su gran calidez.

Direcciones: Humboldt 1892; Bulnes 2593, Palermo.

Instagram: @ladoritaparrilla

MALCRIADO

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Malcriado es un restaurante y wine bar donde los amantes del vino podrán deleitarse con una innovadora propuesta de vinos tirados, que abarca una cuidada selección de etiquetas nacionales e internacionales, y con una gastronomía diversa, con el foco en sus exclusivos cortes de carne de pastura, preparados a la parrilla, horno de barro o disco de arado. Entre sus entradas, las provoletas son un must, con variantes originales como la provoleta grillada sobre pan de especias con pesto italiano; la versión rellena con una mezcla de pasta de morcilla, verdeo y salsa Malcriado, o la provoleta Mar & Campo, que combina el queso con tomates secos, rúcula, anchoas, aceitunas negras y pesto italiano.

Dirección: Martín Fierro 3249, Parque Leloir / Colectora Norte 4002, km 36.5, Shopping TOM

Instagram: @malcriado_fuegosyvinos

FELINO

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Para los amantes de la cocina de autor contemporánea y la coctelería de alto nivel, el restaurante Felino, en San Isidro, es el lugar indicado. Así es que amalgama propuestas modernas con toques tradicionales, en una carta donde sobresalen tapas para picar, entre panes, ensaladas y platos a la parrilla, a base de mariscos y pastas artesanales, entre otras posibilidades. Para homenajear el Día del Queso qué mejor que una de sus entradas más pedidas: la provoleta a las brasas, elaborada con queso de máxima calidad, crocante por fuera y suave por dentro, que llega a la mesa con tomates cherry y albahaca frita, para contrastar sabores y texturas. La casa sugiere disfrutarla con su oferta de vinos boutique, de distintas etiquetas nacionales.

Dirección: Avenida Fondo de la Legua 280, San Isidro.

Instagram: @felinosanisidro

LA CAPITANA

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La Capitana es un bodegón y vermutería temática que se destaca por platos a base de carnes de distintas cocciones, pastas y otras elaboraciones propias de la tradición de estas tierras. La provoleta La Capitana, ideal para los amantes del queso, se prepara con provolone semiestacionado y macerado en oliva, orégano y pimentón ahumado. Luego lo sellan en plancha de hierro y lo gratinan al horno de barro. Se sirve con hojas de rúcula, bondiola estacionada y tomates cherry confitados. El espacio ambientado en los años 40 y 50 y que rinde tributo a Eva Perón cuenta con una propuesta de vermutería que representa un viaje en el tiempo y es especial para acompañar estos sabores.

Dirección: Guardia Vieja 4446, Almagro.

Instagram: @bodegondelacapitana

OSTENDE

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Con una ambientación vintage que remite con sus detalles a los bodegones costeros de la década de 1970, Ostende es un viaje nostálgico al pasado. Su carta luce preparaciones caseras a base de recetas de abuelas y alternativas bien tradicionales de este país. En ese sentido, en su carta no podía faltar la provoleta, que puede pedirse al plato o en sándwich. Quienes prefieren disfrutarla sola, se sirve con chutney de tomates y manzana, aunque, en algunas estaciones puede presentarse con una criolla verde. Por otro lado, quienes quieran otro tipo de sabor, pueden probarla en un sándwich de focaccia que la tiene como ingrediente principal y al que se le agrega guacamole, tomates asados y rúcula.

Dirección: Virrey Loreto 3303, Colegiales.

Instagram: @ostende_ba

LA BOQUERÍA

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En Palermo, el apartado de platitos de La Boquería destaca por su provoleta cocinada a las brasas de la parrilla. Se puede solicitar en su versión clásica o coronada por morrones asados, rúcula, tomates frescos y secos. Servida bien caliente, es característica por el ligero sabor ahumado que le aportan las brasas, su exterior es crujiente y su interior, suave y fundido. Ideal para compartir, se puede pedir con otros ítems de la carta dedicados a los amantes del queso, como la cremosa burrata o la tabla de degustación de quesos. Para realzar aún más los sabores, el menú exhibe una selección de vinos y refrescantes cócteles.

Dirección: Soler 5101, Palermo.

Instagram: @laboqueriagrill

EL RETORNO

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Con más de tres décadas de trayectoria, El Retorno se ha consolidado como un referente para los amantes de las cartas amplias y variadas en Villa Adelina. Entre sus propuestas clásicas, la provoleta ocupa un lugar especial en la sección de entradas. La versión tradicional sale simple y gratinada, pero también se puede pedir la ahumada, que adquiere un carácter singular gracias al fuego de las brasas y le agregan rúcula fresca, tomates confitados y una reducción de aceto.

Dirección: Av. de Mayo 329, Villa Adelina, provincia de Buenos Aires.

Instagram: @elretornoresto

TODO BRASAS

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En Todo Brasas la provoleta se destaca como una entrada que conquista por su sabor y presentación. Servida en una pequeña sartén de hierro, llega a la mesa recién salida de la parrilla, lo que le confiere un toque ligeramente ahumado que complementa su textura suave y untuosa. El menú la exhibe en dos versiones: una coronada con un pesto casero, y otra, rellena con pimientos asados, jamón crudo, pesto y rematada con tomates cherry frescos. Ambas posibilidades se recomiendan, ya sea como aperitivo, para abrir el apetito, o como complemento para acompañar los cortes y piezas que se cocinan en sus llamativas “jaulas de las carnes”.

Dirección: Av. Francisco Beiró 5016, Villa Devoto.

Instagram: @todobrasasdevoto

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