Dónde poner el árbol de Navidad, según el Feng Shui

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Elegir el lugar del arbolito no es un detalle menor: para el Feng Shui, su ubicación puede impulsar buena energía, equilibrio y prosperidad en el hogar durante las fiestas.

Cada diciembre o días antes como comenzó a verse en algunos hogares, se repite el ritual: sacar las cajas, ordenar las luces y decidir dónde irá el árbol de Navidad, si no es que ya tiene su lugar.

Pero para quienes siguen las ideas del Feng Shui —la filosofía china que busca armonizar los ambientes—, la ubicación del árbol puede marcar una diferencia en la energía que circula en la casa y en cómo se vive el cierre del año para pasar a otro con la mejor de las vibras.

Un objeto que mueve la energía de la abundancia

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En esta disciplina, el árbol navideño representa una fuerte carga de energía activa: colores intensos, brillo y movimiento. Por eso, se lo considera un elemento capaz de “activar” distintas áreas del hogar según el sector donde se coloque. Cabe recordar que antes de armarlo es necesario sahumar tanto el árbol como la decoración, y realizar una buena limpieza de la casa en sí, para sacar todo lo "atrapado" del año anterior y poder dar comienzo a uno nuevo sin esos "fantasmas".

Los sectores más recomendados

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• Este: salud y la familia

Es la zona asociada a los vínculos familiares. Colocar allí el árbol ayuda a reforzar la unión y a generar un clima más armonioso en casa.

• Sudeste: prosperidad y crecimiento

Es el sector que simboliza la abundancia. Un árbol luminoso en esta área suele asociarse con buenos augurios económicos y estabilidad.

• Sur: reconocimiento y proyectos

Si la intención es abrir nuevos caminos profesionales o impulsar metas personales, este sector es el más adecuado. La energía del fuego —muy presente en la decoración navideña— se potencia en esta orientación.

Dónde conviene no ponerlo

  • Pasillos angostos, donde la energía circula rápido y no se sostiene.

  • Justo frente a puertas de entrada o salida, porque la energía fluye demasiado hacia afuera.

  • Dormitorios, donde las luces y el movimiento pueden alterar el descanso.

El plus de los colores

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En el Feng Shui, los tonos también influyen.

  • El rojo simboliza alegría y dinamismo.
  • El dorado, abundancia.
  • El verde, equilibrio.
  • Los tonos blancos o plateados, claridad y nuevos comienzos.

Sea cual sea la paleta elegida, lo ideal es mantener el sector ordenado: el desorden interrumpe el flujo energético y resta fuerza al árbol.

Un gesto para cerrar el año con intención

Más allá de las creencias, dedicar un momento a pensar dónde ubicar el árbol invita a conectar con el hogar y con los deseos para el año que viene. Para el Feng Shui, ese pequeño gesto puede ayudar a crear un ambiente más cálido y cargado de buenas vibras para recibir las fiestas.

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