El misterioso objeto que se acerca a un planeta y desafía todo lo conocido por la NASA

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El cometa interestelar 3I/Atlas sigue asombrando a los científicos con su velocidad, su actividad inusual y su paso cercano por varios planetas.

Descubierto en julio de 2025, el cometa 3I/Atlas está revolucionando todo lo que se creía sobre los objetos interestelares. Detectado por el sistema ATLAS en Chile, se convirtió en el tercer visitante interestelar confirmado que atraviesa nuestro sistema solar, después de los recordados 1I/‘Oumuamua y 2I/Borisov. Pero a diferencia de sus predecesores, este nuevo cometa está generando un nivel de fascinación sin precedentes por su trayectoria inusual y su comportamiento activo.

Los astrónomos no salen de su asombro: el 3I/Atlas viaja a una velocidad récord de 61 km por segundo, sigue una órbita hiperbólica y, a diferencia de otros objetos de su tipo, muestra una intensa actividad gaseosa a medida que se acerca al Sol. Esto indica que su superficie contiene hielo y materiales que se subliman con el calor, generando una brillante coma de gas y polvo que lo hace visible incluso desde grandes distancias.

Aunque su tamaño exacto aún es incierto —se estima entre 0,3 y 5,6 kilómetros de diámetro—, el Telescopio Espacial Hubble logró captar su estructura alargada y un brillo irregular que despertó nuevas teorías sobre su composición y origen.

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3I/Atlas, muy cerca del planeta Marte

El pasado 3 de octubre de 2025, el cometa pasó a solo 29 millones de kilómetros de Marte, un acontecimiento que permitió a la NASA y a la Agencia Espacial Europea obtener imágenes de altísima resolución con sondas como el Mars Reconnaissance Orbiter y el Mars Express.

Las imágenes sorprendieron por mostrar una forma cilíndrica y alargada, diferente a la típica silueta redondeada de los cometas, lo que reavivó la discusión sobre si 3I/Atlas podría ser incluso un objeto artificial. Además, se detectó una atmósfera rica en dióxido de carbono, un detalle que generó más preguntas que respuestas sobre su verdadera naturaleza.

Su recorrido no termina ahí. En noviembre se aproximará a Venus, y en diciembre estará a su máxima cercanía con la Tierra, a unos 270 millones de kilómetros, una distancia segura pero lo suficientemente próxima como para permitir nuevas observaciones.

Sorprende a la NASA y abre interrogantes

La NASA mantiene la mirada fija en este objeto que parece desafiar las leyes conocidas de la dinámica orbital. Su comportamiento, la variación de su brillo y la velocidad con la que atraviesa el sistema solar abren la puerta a nuevas teorías sobre la formación de cometas interestelares y el origen de los materiales que los componen.

Algunos astrónomos creen que el 3I/Atlas podría aportar pistas sobre la formación de sistemas planetarios fuera de la Vía Láctea, mientras otros sugieren que su estructura podría guardar rastros de materia primordial del espacio interestelar. Lo cierto es que cada observación trae más preguntas que certezas.

Aunque no representa ningún peligro para la Tierra, el paso de este cometa se convirtió en una oportunidad histórica para la ciencia. Mientras continúa su camino hacia el espacio profundo, el 3I/Atlas deja tras de sí una estela de misterio, belleza y conocimiento que redefine lo que sabemos sobre los viajeros cósmicos del universo.

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