El truco para evitar que el queso y los fiambres se sequen después de abrirlos
Un truco casero práctico y ecológico ayuda a preservar quesos y fiambres por más tiempo, manteniendo intacto su sabor, textura y frescura natural.
El truco casero para evitar que el queso y los fiambres se sequen después de abrirlos
Un truco casero para conservar quesos y fiambres abiertos revela que, aunque muchos recurren a papel de aluminio o film plástico, estos materiales pueden afectar la frescura y el sabor de los alimentos. Expertos en conservación alimentaria destacan que los quesos y embutidos curados necesitan un microclima especial: protegerlos del aire pero permitir cierta ventilación para evitar deshidratación y deterioro.
El papel de aluminio puede transferir partículas metálicas a alimentos salados o ácidos, alterando su sabor y composición, mientras que el film plástico impide la transpiración, provocando condensación, moho o endurecimiento. Además, ambos materiales absorben olores de la heladera, por lo que un queso cerca de cebolla o ajo puede perder frescura y calidad en pocas horas.
El truco casero para conservar queso y fiambres
La técnica sugerida por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) consiste en envolver primero los alimentos en papel de horno, encerado o para quesos, que permite que respiren y previene que se resequen. Después, se colocan dentro de un recipiente hermético, preferentemente de vidrio o acero, agregando una hoja de papel de cocina seca para absorber el exceso de humedad.
Ubicar el recipiente en el cajón de las verduras, la zona más fresca y húmeda de la heladera, ayuda a conservar la textura y el sabor. Cambiar el papel cada dos o tres días y ventilar el recipiente también contribuye a prolongar la vida útil del producto.
Para los quesos, los blandos y azules se benefician del papel encerado; los duros pueden envolverse con un paño ligeramente húmedo; y los semiduros se pueden cubrir con un poco de aceite de oliva. Los fiambres cortados deben separarse con papel vegetal y guardarse por tipo para evitar que los aromas se mezclen.
En definitiva, el truco casero para que quesos y embutidos se mantengan frescos es usar materiales que permitan la transpiración y un recipiente hermético. Así se preserva el sabor y la frescura, se reduce el desperdicio y se evita depender de plásticos descartables.
Temas
Te puede interesar
Las Más Leídas








Dejá tu comentario