La cantina mediterránea de Villa Urquiza donde la cocina casera se reinventa con toques modernos
Platos abundantes, sabores que reconfortan y una estética acogedora. Esta es la propuesta de Bonario, un rincón gastronómico que amalgama el espíritu de las comidas caseras con una mirada actual.
En una tranquila esquina de Villa Urquiza, Bonario se presenta como un restaurante que fusiona la tradición y la modernidad. Inspirado en los sabores mediterráneos y europeos, el proyecto nace del vínculo entre amigos apasionados por la cocina y las memorias compartidas en torno a una mesa. Su propuesta celebra la estacionalidad y frescura de los ingredientes locales, con platos que reinterpretan recetas familiares mediante técnicas actuales y una estética cuidada, sin perder el espíritu casero que define su esencia.
El espacio combina calidez y diseño, tanto en su ambientación interior como al aire libre. Las mesas en tono terracota y los amplios maceteros crean un rincón acogedor sobre la vereda, protegido por toldos retráctiles que invitan a quedarse sin importar la hora o el clima. En el interior, la madera, los sillones aterciopelados y la luz natural que entra por los ventanales aportan un aire relajado y armonioso.
Qué se puede pedir en Bonario
Desde temprano, Bonario exhibe una carta de cafetería con alternativas clásicas, como el espresso y el flat white, y otras más elaboradas como el caramel latte o su Bon Affogato —bocha de helado con espresso—, además de infusiones y opciones de brunch que van desde medialunas y avocado toast hasta granola bowls y huevos revueltos con sweet bacon y mango.
A la hora del almuerzo o la cena, el menú pone el foco en sabores generosos y bien ejecutados. Entre las entradas brillan los boquerones con pickles y mostaza antigua, la provoleta con mango y sriracha, o los buñuelos de espinaca. Para compartir, hay charcutería artesanal y tablas con quesos y dulces del norte. Entre los principales destacan platos como la milanesa de bife de chorizo con tagliatelle de espinaca, el truchón patagónico con vegetales asados o el Fish & Chips, que combina pesca blanca en tempura, papas rotas y salsa chilli golf. También, se ofrecen preparaciones más elaboradas, como la musaka con carne braseada o el goulash de hongos con cremoso de papa.
Las pastas caseras y los arroces tienen un lugar en la carta, como los panzotti de mozzarella con cebolla caramelizada y salsa de zanahorias, los ravioles de trucha y puerro, o risottos de hongos, hinojo y queso azul, o de espinaca con brie y panceta. El cierre dulce incluye versiones originales de clásicos, como flan de naranja, torta vasca con mermelada y brownie con caramelo salado y helado.
La carta de bebidas acompaña con cócteles como el Bona Vibra —a base de vodka, vino blanco y lima—, el Bonario Spritz, y una selección de vinos nacionales, cervezas, y mocktails con frutas y especias.
Fiel a su lema, Bonario invita a saborear los buenos momentos con una acogedora propuesta con sabores de hogar.
Dónde queda Bonario
Bonario se encuentra ubicado en Avenida Congreso 5702, Villa Urquiza.
Instagram: @bonarioresto
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