Plebiscito en Chile: se consolida el camino hacia una nueva constitución

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Con una propuesta que dejaría atrás la Constitución impulsada en 1980 por el dictador Augusto Pinochet, el Apruebo busca saldar los reclamos históricos de la sociedad chilena.

Por Iván Piroso Soler*

Desde octubre de 2019, Chile está en constante estado de movilización. Sin tregua, se dieron en forma encadenada la apertura del proceso constituyente en noviembre de ese año, el plebiscito de entrada en 2020 y la elección presidencial de 2021 que llevó al gobierno a Gabriel Boric. Un nuevo paso se dará este domingo cuando se vote el plebiscito que le permitirá al electorado elegir entre dos opciones: el Apruebo o el Rechazo del nuevo texto constitucional.

En octubre de 1980 se puso en vigencia la Constitución actual. Este plebiscito dio como resultado la figura de un “Estado subsidiario” que brega por los intereses de individuos aislados de procesos colectivos y una democracia “restringida” que no contempla colectividades sin posibilidad de hacerse oír. Tras el proceso transformador abierto en 2019, los movimientos sociales se nuclearon en la opción del Apruebo en el plebiscito de entrada votado el 25 de octubre de 2020. Esto posibilitó la elección para convencionales constituyentes donde se eligieron a 155 representantes. Las listas de izquierda y centro-izquierda obtuvieron la mayoría y Vamos por Chile, la coalición (entonces) oficialista no alcanzó el tercio de los votos necesario para bloquear artículos.

El nuevo tramo constituyente incluyó nuevas voces al proceso y creció su alcance: no se limitó a Santiago y se expandió a otras regiones estableciendo audiencias públicas y comisiones sesionando en todo el territorio. 77 iniciativas populares y más de 15 mil firmas después, el 4 de julio de 2021 y con menos de un año de trabajo, el presidente Boric presentó el nuevo texto a ser votado. Los electores se encontrarán con la siguiente pregunta en su boleta: “¿Aprueba usted el texto de la Nueva Constitución propuesto por la Convención Constitucional?”. Las opciones para elegir son solo dos: Apruebo o Rechazo.

Qué espera Chile

El Estado que propone el Apruebo es uno democrático y social. Al respecto, en el informe pre-electoral realizado por el Instituto Democracia, la UNDAV y Democracia Viva (Chile), se detalla el marco en que se dan las disputas que transformarían los puntos que discute Chile: el sistema previsional, el de salud, la educación, los reclamos de los pueblos originarios, los debates de los feminismos y la descentralización. Para dar cuenta de los detalles y las vicisitudes de los dos modelos en disputa, basta ver el conteo de palabras relevantes generado en el informe: en el nuevo texto la palabra “democracia” se repite 31 veces, en el texto vigente es mencionada solamente una vez. Por otro lado, el texto que se votará el domingo menciona los “derechos humanos” 56 veces: en la vigente solo una. El concepto “plurinacional” o “plurinacionalidad” hoy no aparece mientras que en el nuevo texto se lo menciona 9 veces. Uno de los conceptos en los que la constitución vigente supera ampliamente al nuevo texto es bastante claro respecto al momento en el que fue redactado: terrorismo fue inscripto 9 veces en la constitución pinochetista, concepto que no existe en esta nueva versión.

Quién aprueba y quién rechaza

El plebiscito de salida encuentra a los principales actores que llevaron adelante la iniciativa de reforma tomando funciones de gobierno. Esto complica al oficialismo por la imposibilidad que tienen las referencias que hoy cumplen funciones públicas de mostrarse a favor o en contra de cualquiera de las opciones. Camila Vallejo, Giorgio Jackson y el propio Boric quedaron vedados de expresarse por el Apruebo. Esta imposibilidad -aún así- mostró la capacidad del núcleo constituyente de desplazar la campaña hacia referencias de la sociedad civil, poniendo en valor voces que históricamente fueron excluidas del campo de debate al mismo tiempo que distintas figuras del gobierno “bajaban al territorio” a distribuir impresiones del texto para que la ciudadanía se ponga al tanto de primera mano de la legislación que votará.

Lo propio hicieron los impulsores del Rechazo intentando evitar que se relacionara la opción opositora con los candidatos que perdieron contra Boric en los últimos comicios. Fue así como las franjas televisivas fueron cedidas casi exclusivamente a organizaciones de la sociedad civil. Los principales mensajes que adoptó la franja del rechazo fueron “Con mi plata no”, “Vamos por una nueva y mejor Constitución. ¡Así no!”, “Yo no aprobé para esto” y #PorUnaQueNosUna. La campaña del Rechazo intentó mostrarse teñida de concordia y unidad, corriéndose de la negatividad impregnada por figuras como José Antonio Kast o el propio Piñera, virtualmente ausentes en esta campaña.

Escenario abierto

Hay datos que se repiten en las encuestas y que afectan al Apruebo. Los votantes más jóvenes y de los sectores de menores ingresos que fueron claves en el plebiscito de 2020 o en las elecciones de 2021 en este caso no estarían votando por esta opción, mayormente influenciados por la preocupación respecto a la inflación o cierto escepticismo respecto a las promesas de transformación. Aún así, existe una certeza: la reforma constitucional es transversal hacia ambos polos: “Hemos luchado toda nuestra vida contra la dictadura, contra el texto después, en la campaña del Apruebo de Entrada para tener una Nueva Constitución. Por lo tanto, para despejar ese tema, está la reforma constitucional que impulsaremos con el senador Walker”, declaró en su momento Ximena Rincón, senadora de Democracia Cristiana y referenta del Rechazo. El propio Boric fue claro al respecto: “Hay un acuerdo transversal hoy día en que la Constitución que tenemos ahora no representa un acuerdo social en Chile”.

El último fin de semana previo a las elecciones encontró a ambas opciones protagonizando distintos momentos no exentos de polémica, como el episodio que tuvo lugar en Valparaíso en un festival de cierre de campaña del Apruebo, donde el grupo de performers “Indetectables” hicieron una intervención donde se los acusó de mancillar el honor de la bandera nacional. Referentes del Apruebo -incluído el Alcalde de Valparaíso Jorge Sharp- salieron a repudiar la performance y a explicar que no conocían el acto en cuestión. En Santiago, ciudadanos denunciaron ser atacados por “carretoneros” del Rechazo: simpatizantes de esta opción avanzando con sus caballos y carretas sobre peatones y ciclistas o directamente atacándolos con fustas y látigos.

Ya no es posible imaginar un Chile quebrado en una alternancia bipartidista. Lejos del escenario de confrontación irreconciliable que se busca instalar desde distintos medios, la realidad presenta más matices con el ingreso de nuevas voces al debate público ya de manera institucionalizada. Esto deja abierta la incógnita de cómo transformará las discusiones el resultado que arrojen las urnas el próximo 4 de septiembre y de qué manera dejará atrás la sociedad -ya empoderada- la constitución heredada de Pinochet.

Comunicación política y opinión pública (FLACSO). Integrante del Instituto Democracia. Autor de “Rompen el silencio: Los discursos de odio durante el Covid-19 y la agenda de Juntos por el Cambio : ¿está en peligro la democracia en Argentina?”.

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