Un chaleco amarillo explica cómo es el movimiento que tiene revolucionada a Francia

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Empezó con un gesto de rebeldía pero se convirtió en un fenómeno que todo el mundo mira, y que mantiene alerta al presidente Emmanuel Macron.

Arnaud Porra, de 28 años, se sintió indignado cuando la nafta pasó de costar 0,40 euros a 0,50 en Francia. Ese incremento, producto del impuesto a las emisiones de carbono, movilizó tanto a sus vecinos en Perpiñán, cerca de la frontera con España, como a los ciudadanos de París y del resto del país, que se manifestaron en la calle contra un nuevo aumento en el costo de vida.

La masa de manifestantes pronto se volvió uniforme por las circunstancias: "Cada persona tiene un chaleco amarillo en su auto. El chaleco amarillo se convirtió en un símbolo ideal para expresar insatisfacción, especialmente entre los automovilistas en contra de la introducción del impuesto al carbono y el aumento de los precios del combustible", explicó Porra a minutouno.com.

Tres meses después de esa protesta inicial, el movimiento fue retratado en videos y fotos compartidas en las redes sociales donde se los ve tan pronto como los herederos de los ideales de la Revolución Francesa o como una turba enardecida tirando piedras contra la policía y las galerías más paquetas de París. "Son estrategias gubernamentales para decir que los buenos son ellos", aseguró Porra.

Ya se registraron cientos de detenidos, miles de heridos y hasta 11 muertos por las protestas. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, acusó de "cómplices" de la violencia a los chalecos amarillos, pero Porra aseguró que los destrozos son obra de "algunos delincuentes que aprovechan para romper vitrinas de tiendas".

Chalecos amaraillos

Esta es la primera vez que un activista de los chalecos amarillos explica el efecto del movimiento en un medio argentino tras hablar con la Agencia Paco Urondo.

Los chalecos amarillos están de acuerdo en ser llamados de ese modo, pero no reconocen jefes políticos ni tienen una estructura específica. Porra, por ejemplo, se definió como vocero del grupo pero aclaró: "Estamos todos iguales y no queremos líderes. Luchamos para nuestros intereses apolíticos. Cuando lleguen las elecciones de mayo vamos a poder votar al partido que sea".

"El pueblo francés, aunque sea de derecha o izquierda, somos lo mismo. Este movimiento es interesante porque puede unir ideas de izquierda y de derecha. Desde que empezamos hubo una forma de reconciliación del pueblo francés. Vamos a manifestar en la calle, luchamos todos con el mismo interés", explicó.

"Esto no es para cambiar a Macron", sentenció Porra. Más bien explicó que es "una reivindicación del poder de compra" de los franceses, que hoy en día se ve afectado por impuestos como el de la emisión de carbono o el TDA, la versión gala del IVA, que incrementa hasta un 20% el precio final de un producto.

"El salario mínimo en Francia es de 1200 euros, pero los impuestos al año son el valor de un salario. De 12 meses, pagas casi uno de impuestos. La ayuda social para los que no pueden trabajar es un insulto. En Francia tienes derecho a un sueldo social, pero es de 400 euros. La vida acá es muy cara, alquilar un piso cuesta 800 euros. Si no trabajás no podés vivir", describió Porra.

La ley francesa estipula que cada empleado puede tener un solo puesto laboral a tiempo completo. "No existe el no declarado. Desde el momento en que tenés un trabajo, no podés tomar otro. Si tenés uno en el que te pagan 1200 euros no podés hacer otra cosa para completar. No es legal", explicó. Sí se puede sumplementar el sueldo con actividades remuneradas de 3 horas por vez, como dar clases particulares.

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Porra, de 28 años, es empleado comercial y sale a protestar todos los sábados<br>
Porra, de 28 años, es empleado comercial y sale a protestar todos los sábados

Porra afirmó que la prioridad de los chalecos amarillos es "dejar de pagar tantos impuestos" y para concretar ese objetivo van a "luchar por un referéndum de iniciativa ciudadana", lo que no significa que se vayan a convertir en una opción en las próximas elecciones con una alianza o un partido propio.

"En enero intentaron hacer un partido político pero suscitó mucha indignación. Si creas un partido político de chalecos amarillos después puede beneficiar al Gobierno porque puede haber más división entre los votantes", explicó.

La influencia de los chalecos amarillos puede hacerse sentir en las calles de Bélgica o Portugal, donde ya hubo manifestaciones similares, y Porra promete más en toda Europa en tiempos del Brexit, la salida del Reino Unido del bloque regional.

"Yo diría que un Brexit francés es posible, pero Macron es pro Unión Europea y con Angela Merkel en Alemania son los dos que quieren que Europa se consolide como es", analizó Porra. El activista aseguró que "la mayoría del pueblo está en contra la UE, de la oligarquía, pero no de la Europa de los pueblos".

Emmanuel Macron
Emmanuel Macron asumió la presidencia de Francia<br>
Emmanuel Macron asumió la presidencia de Francia

"Por eso hay mucho nacionalismo en Europa. Hay muchas personas que piensan que sus dificultades están ligadas al euro, pero con el movimiento de los chalecos amarillos Francia es uno de los países que empezó a hacer una revolución social por estos problemas", explicó.

"Los chalecos amarillos continuarán creciendo hasta las elecciones europeas, y a ver si Macron se mantiene hasta el final de su mandato en 2022", lanzó el activista en referencia a la salida de dos ministros del gabinete, además de la renuncia del principal asesor del presidente, Ismael Emelien, ocurrida el 13 de febrero pasado por "causas personales".

Con los cambios a pleno, Porra vaticinó que habrá chalecos amarillos muchos sábados más. "Todo el pueblo francés que ves por la calle cuando paseas, ése el pueblo francés reivindicándose en las marchas", señaló.

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