Denuncian crueldad animal por un erizo que murió por un estudio de laboratorio
Una organización reveló el caso de Russet, un macho al que le pusieron tantos marcadores en sus espinas que no pudo hacerse una bolita como corresponde a su especie.
El animalito fue rescatado el 17 de junio pasado por Lynda Britchford, del Centro de Rehabilitación de Erizos Salvajes de Oxton, sólo ocho días después de que le pusieran los accesorios, y ya había perdido el 28 por ciento de su peso.
Además, Russet tenía los dedos de una pata rotos, tenía colitis, estaba estresado por no poder hacerse una bolita y había bajado de 437 gramos a 243, lo que impulsó quejas no sólo de Britchford sino también de otras organizaciones de rescatistas.
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