Fue a una cita de Tinder y terminó descuartizada en 14 pedazos

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El siniestro hecho ocurrió en los Estados Unidos, donde los responsables –una joven y un hombre mayor que era su pareja– fueron condenadas a muerte.

Sydney Loofe creía que tendría la cita soñada. A través de Tinder, esperaba comenzar un nuevo romance y con él una nueva esperanza de vida. Así lo creía esa joven de 24 horas que vivía en Lincoln, la segunda ciudad más poblada del estado de Nebraska.

Corría noviembre de 2017 cuando la chica que trabajaba en una ferretería de su ciudad le contó a amigos y compañeros de trabajo que había conocido a Audrey a través de la mencionada aplicació y con ella se encontraría para iniciar una relación.

Sydney concurrió al lugar convenido y al día siguiente sus allegados la esperaban para que les cuente cómo le había ido, si era tal y como se había ilusionado la joven. Pero jamás llegó a su lugar de trabajo y tampoco respondía mensajes o llamados, ni siquiera de sus padres.

Pasaron las horas y todos comenzaron a preocuparse. Fueron al departamento y solo encontraron hambriento a su gato, Mimzy; su automóvil estaba en el estacionamiento y todo indicaba que la chica no había regresado de la cita.

Su familia hizo la denuncia y la policía local comenzó con la investigación, centrándose en la pista de la cita concertada a través de Tinder, para lo cual rastrearon el teléfono de Audrey, quien confirmó su encuentro con Sydney pero dijo que luego la había dejado en la casa de un amigo. Pero no recordaba el lugar, lo que llamó la atención de los investigadores.

Así se descubrió que su verdadero nombre era Bailey Boswell, de 23 años, y que vivía con su novio Aubrey Trail, de 51, en Wilber. Localidad donde el teléfono celular de Sydney había sido detectado por última vez antes de su desaparición.

Tras seguir las pistas de los teléfono de la chica desaparecida como de Boswell y su pareja, los investigadores hallaron el cuerpo desmembrado de Sydmey a unos 100 kilómetros de Wilber: los 14 pedazos en bolsas de basura habían sido arrojados en un campo cerca de Omaha.

Los sospechosos Boswell y Trail solían tener sexo con otras mujeres que conocían por Tinder y finalmente, durante el juicio, se develó el por qué habían cometido el atroz crimen. Incluso se mostraron imágenes de ambos comprando herramientas y lavandina.

Los fiscales concluyeron que la perversa pareja había planeado matar a alguien antes de encontrar a Sydney en Tinder. Incluso habían determinado que la chica sería la víctima ideal, ya que vivía a 240 kilómetros de su familia, con lo cual su desaparición demoraría en salir a la luz.

Además se supo que Trail y Boswell mantenían un siniestro culto sexual y hasta el hombre afirmó que era un vampiro que podía volar y leer mentes. Quien concurrían a las citas, a él debían llamarlo "Papá" y a Boswell "La reina bruja", según reveló la prensa local

La pareja fue declarada culpable de asesinato en primer grado, conspiración criminal para cometer asesinato y disposición indebida de restos humanos. Fueron sentenciados a pena de muerte, aunque en el caso de la mujer un juez no estuvo de acuerdo con ello y fue sentenciada a cadena perpetua sin libertad condicional.

"No pediré perdón porque no creo que exista tal cosa. He hecho cosas terribles en mi vida, pero esto es lo único que hice de lo que realmente me arrepiento", finalmente dijo Trail. Un arrepentimiento vinculado directamente a que los descubrieron.

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