Baches: peligra el liderazgo de Belgrano

El ex diputado porteño Diego Kravetz realiza, a través del sitio web www.buenosairesbache.com, un analisis comparativo entre las calles de Belgrano y Palermo.

Belgrano es el barrio con más baches de la Ciudad de Buenos Aires, pero lo que hasta hace poco era un liderazgo cómodo, hoy es una lucha cruenta: Palermo amenaza ese primer lugar y lo sigue muy de cerca.

Los datos surgen de un relevamiento hecho en el sitio buenosairesbache.com, del que participaron hasta el momento casi 3 mil víctimas de pozos que en algunos casos llegaron a ser definidos como "precipicios".

En esta dolorosa competencia, se luce el cruce de Luis María Campos y Gorostiaga, con un agujero inmenso, sin fin, que no perdona ni al más atento de los automovilistas. Ahí nomás, cerquita, en Zapata y Olleros, los autos crujen cuando pasan por otro extenso y profundo bache invisible a los ojos del Estado.

Otros grandes competidores son Avenida de Mayo y Bolívar; San Martín y Rivadavia; Lavalle y 25 de Mayo; Córdoba y Maipú; y Comodoro Py y Antántida Argentina.

El peligro de pasar por todas esas zonas es doble. O triple. Por un lado, la pérdida de tiempo que puede ser reventar una goma por el mal estado de las calles. Por el otro, el desembolso económico que significa. Y el mal momento, la amargura de ser víctima del abandono, claro.

Entre los barrios, Flores y Caballito se quieren sumar a la pelea por el título, aunque todavía están lejos de los más de 200 pozos denunciados en Belgrano.

San Bartolomé Mitre y Cerrito; Tacuarí e Hipólito Yrigoyen; Iberá y Washington; y Virrey del Pino y Conde tampoco son recomendables para los que quieren mantener entero su rodado.

Más atrás, Barracas y Villa Pueyrredón pelean contra Villa Urquiza, San Nicolás, Recoleta y Colegiales por no ser los últimos de este triste top 10 de lugares imposibles de pasar en auto.

Los resultados del relevamiento de buenosairesbache.com serán presentados ante el Ministerio de Espacio Público porteño con la intención de obtener un compromiso de plazo y forma de reparación para este mal endémico que golpea a la Ciudad.

Mientras tanto, urge seguir participando, comprometiéndose y ayudando a transformar esta poceada realidad en un futuro sin agujeros, golpes ni roturas. Están todos invitados.

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