Contribuciones para una agenda metropolitana

Política

Ideas y acciones sobre nuestra región, el Área Metropolitan de Buenos Aires (AMBA)

Las ciudades, en las que los humanos hemos decidido vivir por nuestra naturaleza gregaria pero también por la gran cantidad de ventajas que presentan en relación al acceso al empleo, la educación, la salud, el transporte y la conectividad entre otros; hoy han crecido más allá de sus propios límites y han conformado conglomerados urbanos extendidos y complejos. Se trata de regiones metropolitanas algunas de las cuales, incluso llegan a constituirse en megaciudades con más de diez millones de habitantes.

Nosotros vivimos en una de ellas, el AMBA.

Al sumarse a los desafíos que las ciudades enfrentan desde siempre, la complejidad característica de toda región metropolitana, no podremos alcanzar el objetivo de superarlos si no se incorpora lo metropolitano como dimensión de análisis a la hora de planificar políticas, infraestructuras y servicios.

Por eso desde la Legislatura de la Ciudad autónoma de Buenos Aires, de la cual he tenido el honor de ser Vicepresidente Primero en estos últimos dos años, hemos aportado nuestro granito de arena al impulsar de manera institucional, el debate de ideas y acciones sobre nuestra región metropolitana, incluyendo siempre la pluralidad de voces, visiones e identidades, que en este y otros parlamentos de la región representamos, pero con la convicción compartida acerca de la necesidad de avanzar en ese sentido.

En primer lugar, en el marco del proceso de actualización del Plan Urbano Ambiental de la Ciudad, en lo que hace a su capítulo Metropolitano, hemos desarrollado una experiencia innovadora que sentó las bases de futuras acciones de cooperación. A partir de una invitación del COPUA, nos propusimos ampliar la convocatoria y diseñar un proceso participativo colaborativo que incluyera no sólo a representantes de la sociedad civil y académicos, sino también a integrantes de los ejecutivos y legislativos de los municipios de la región metropolitana de Buenos Aires.

La respuesta fue amplia y alentadora: a lo largo de un proceso que duró un año y que consistió en 16 reuniones temáticas, pudimos construir un diagnóstico y propuestas en común, que serán las bases del debate parlamentario para la actualización del Plan Urbano Ambiental.

Entendiendo también que los cuerpos legislativos tenemos responsabilidad de generar una mayor articulación interjurisdiccional a partir pensar nuestra legislación desde una perspectiva metropolitana; propusimos a los Concejos Deliberantes la suscripción de Acuerdos de Cooperación Parlamentaria.

Esta política aspira no solo a compartir conocimientos y recursos vinculados a cuestiones técnicas y administrativas -propias de la especificidad de nuestros Cuerpos- sino también a generar espacios que nos permitan construir miradas comunes sobre las cuestiones que son de índole regional, dotando de coherencia y sentido metropolitano a nuestro marco normativo.

Fruto de esos convenios realizamos un Seminario Internacional sobre Movilidad y Género junto al Concejo Deliberante de La Plata y la Fundación Metropolitana, que aportó lineamientos que pueden ser utilizados por los municipios de la región. Estamos convencidos que actividades como las que planteamos, van a profundizar en el tiempo el nivel de relacionamiento y asistencia entre los distintos actores gubernamentales.

La capacitación y el impulso al debate de los temas metropolitanos, también fueron parte de nuestra agenda. A través de cursos y talleres, que abordaron diversas cuestiones vinculadas a la gestión de las grandes ciudades, casi dos mil participantes de nuestras propuestas formativas accedieron a contenidos desarrollados por importantes referentes nacionales y extranjeros, y por gestores locales que nos relataron sus experiencias. En este momento estamos concluyendo el primer Taller Metropolitano junto a la Sociedad Central de Arquitectos y los Concejos Deliberantes de Vicente López y Tigre, que más allá de los módulos formativos, plantea el desarrollo de propuestas para el corredor norte del AMBA.

Otra fuerte acción que desarrollamos, fue un seminario de amplia participación cuyas ponencias retomamos en una publicación que pronto saldrá a la luz y que junto a nuevos aportes completan un diagnóstico sobre la región y los avances en materia de cooperación y coordinación de políticas públicas; a la vez que plantea una hoja de ruta con distintas alternativas para avanzar hacia un modelo de gobernanza regional.

Ese ciclo de exposiciones ha sido desarrollado con la pandemia de Covid-19 como contexto, por lo que quedó más en evidencia que nunca, la necesidad de articulación de políticas públicas y de generación de espacios institucionales de coordinación interjurisdiccional. Los ciudadanos que habitan el territorio metropolitano comenzaron como nunca antes a hablar del Área Metropolitana de Buenos Aires.

Y junto con el interrogante de qué es el AMBA y cómo se integra, surge la certeza de que no hay ya margen para seguir postergando el debate y las acciones conducentes a promover mayores niveles de cooperación entre las jurisdicciones, que nos conduzcan en un futuro próximo hacia una gobernanza metropolitana.

Repensar de qué manera se gestiona la región metropolitana de Buenos Aires, donde habitan al menos unos dieciséis millones de argentinos, es para mí uno de los grandes desafíos que tenemos como nación. Promover un reequilibrio territorial de nuestro país, otro de los grandes temas pendientes, necesariamente implica plantear un nuevo modelo de crecimiento para nuestro conglomerado, y eso solo puede lograrse a través del diálogo franco y abierto entre todos los actores que somos parte del AMBA.

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