El hombre de Clarín en el fútbol buscó que el Gobierno lo salve

Política

Los abogados de Alejandro Burzaco se contactaron con funcionarios diplomáticos argentinos radicados en Roma, quienes le garantizaron "la cobertura con la que contaría cualquier argentino detenido en Italia o cualquier país del mundo".

"Órdenes de la Presidenta. No se negocia Burzaco". El interlocutor argentino radicado por sus tareas diplomáticas en Roma les dio el viernes pasado a los abogados argentinos que tienen por cliente a Alejandro Burzaco la noticia definitiva: hacia adelante, el hombre de Torneos y Competencias buscado por Interpol con alertas rojas por haber pagado coimas para obtener derechos de transmisión de partidos de fútbol de la Selección debería enfrentar, en soledad, su destino, informó Ámbito Financiero.

Asesorado por dos estudios jurídicos, uno argentino y otro italiano, y al verse sin recursos, Burzaco aceptó aplicar el "plan B". Se había jugado la última carta esperando la llegada de Cristina Kirchner a Italia programada desde el domingo pasado.

No hubo caso. El interlocutor oficial le informó al empresario buscado por el FBI que no había ningún tipo de negociación con el Gobierno nacional y que la alternativa de tener algún tipo de salvoconducto oficial que lo ayude a llegar al país y ser juzgado en Buenos Aires estaba descartada.

"Sólo tendrá la cobertura con la que contaría cualquier argentino detenido en Italia o cualquier país del mundo: que sea tratado bien y a derecho y que se le asegure asistencia legal". Burzaco esperaba otra respuesta y, ante la recomendación de sus abogados, cambió de pasaporte, decidió comportarse ahora como italiano y aceptar la oferta que sus abogados habían ya negociado con diplomáticos norteamericanos: que se le aplique la famosa Foreign Corrupt Practice Act (FCPA), una ley federal anticorrupción aprobada en 1977 por el Gobierno de los Estados Unidos. Ésta incluye un capítulo específico redactado en 1983 y aprobado por los gobiernos norteamericano e italiano, dedicado específicamente a combatir la actuación de las mafias entre los dos países, en particular en los delitos referentes a cuestiones financieras y económicas.

La clave de la ley, y lo que más interesó a Burzaco, es que la norma incluye la posibilidad de negociar directamente con el Gobierno norteamericano (el FBI) una reducción de las penas que correspondan, a cambio de que el acusado se declare primero culpable y luego "colabore" con la investigación.

En consecuencia, si los abogados de Burzaco negociaron ya con los Estados Unidos la aplicación de la FCPA, es que lo que el argentino tiene para declarar es importante y lleva a obtener pruebas serias y sólidas para que la investigación pueda avanzar hacia hombres y mujeres de mayor responsabilidad y culpabilidad.

Implicaría una pena de prisión efectiva de 5 años máximo en una cárcel federal. Si fuera acusado sin haberse declarado culpable sin aportar pruebas importantes para que la investigación avance, los años en cautiverio llegarían a 20.

A Burzaco no se le terminarán sus tormentos judiciales. Luego deberá comparecer ante algún juez argentino, y responder por las penas de asociación ilícita y evasión agravada abiertas por la AFIP, con penas de hasta 9 años de prisión.

Dejá tu comentario