Paradojas de la política: el acto de los jóvenes K sin jóvenes K
* En un teatro en el barrio de Abasto se realizó un acto de la Juventud K en apoyo a Cristina Fernandez, pero el público fue heterogéneo.
JUVENTUD K (2)
Entre los presentes estuvieron Carlos Tomada (ministro de Trabajo), Ginés Gonzalez García (de Salud) y Daniel Filmus (de Educación) que estaban ubicados en las primeras filas. El acto también contó con la presencia de las madres que luchan contra el consumo de Paco y con Oscar Castelucci, cuyo hijo Martín falleció hace unos meses atacado por patovicas del boliche La Casona de Lanus.
También se hicieron presentes una corriente de jóvenes universitarios radicales, invitados por sus colegas K, socios en la Concertación con miras al 28 de octubre. Sin embargo, muchos de ellos no sabían exactamente para qué iban al acto según las entrevistas que recogió minutouno.com y hasta una de las muchachas se animó a decirle al cronista que iba a ser difícil encontrar jóvenes K en el acto.
Mientras alguna persona del público saboreaba empanadas de carne que se vendían a sólo $1, los estudiantes de la UBA flameaban sus banderas que decían “Somos la fuerza de la unidad, somos la UBA nacional y popular".
La platea estalló en aplausos cuando la conductora del acto presentó un video donde Estela Carlotto (presidente de Abuelas de plaza de mayo) grabó un mensaje adhiriendo al acto ya que se encuentra en Europa. Pero lo mejor todavía estaba por venir.
A los pocos minutos un dirigente de la JP tomó el micrófono y no ahorró elogios para evaluar los cuatro años de gobierno de Néstor Kirchner y apuntando hacia la tribuna (donde había muy pocos jóvenes) resaltó: “Kirchner es lo que es como presidente por todo lo que fue durante su militancia en la juventud, no por cómo fue intendente o gobernador”.
Cerca de las 21, cuando los pocos jóvenes K ya habían abandonado el teatro, apareció en escena Daniel “La Tota” Santillán y presentó a La Clase K, el grupo de cumbia que deleitó a los presentes que por primera vez en la noche se levantaban de sus asientos. Era el momento más esperado de la noche.
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