Doble femicidio en Córdoba: abusos, denuncias y la actitud de Pablo Laurta el día del hecho

Sociedad

Un vecino dio detalles del día del femicidio mientras que otra mujer contó cómo el detenido torturaba y acosaba a su expareja y a su hijo.

La conmoción no cesa en el barrio Villa Serrana de Córdoba donde se perpetró el doble femicidio de Luna Giardina y su madre Mariel Zamudio. En las últimas horas, dos vecinos brindaron estremecedoras declaraciones sobre cómo fueron los momentos previos y posteriores al asesinato, la actitud de Pablo Laurta y el calvario que padecían las víctimas.

Una vecina, totalmente conmovida, remarcó que Laurta había sido visto merodeando la zona en reiteradas ocasiones y que las víctimas pidieron la presencia policial varias veces, aunque no obtenían respuestas: “Ellas se cansaron de llamar. Muchas veces pedía al grupo barrial si podíamos llamar a la policía porque había un tipo. Esto fue en octubre del año pasado. Se podría haber evitado”, expresó la mujer entre lágrimas.

Luna había venido acá huyendo de él desde Uruguay. Ella me contó que él las tenía encerrado a los dos, les daba de comer lo que quería y al tiempo empezó a violarla. Fue duro cuando me lo contó. Ella me contó de todo esto porque él venía. Después le dieron el botón antipánico”, señaló.

Por otro lado, contó: “Él me mandaba mensajes y siempre me hablaba mal de Luna y Mariel. Tenía mi número porque él antes convivía acá. Nunca me preguntaba por Pedro. Me decía que sabía que el nene estaba bien”.

Recordó demás que Laurta había sido detenido el año pasado cuando, tras haber sido denunciado por los vecinos, intentó escapar y chocó su camioneta a pocas cuadras del domicilio de las víctimas.

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Estremecedora declaración de una vecina de Luna Giardina y Mariel Zamudio

Tras el femicidio, Laurta "caminaba como si nada, tranquilo"

Un vecino, que vive en la casa de al lado donde ocurrieron los crímenes y se negó a revelar su identidad por razones de seguridad, reveló cómo Pablo Laurta, detenido por el doble femicidio, actuó con total frialdad luego del ataque. Contó, además, que el hombre ya había acechado a Luna en otra oportunidad.

Eran las nueve de la mañana. Yo estaba trabajando en el patio trasero de mi casa cuando escuché una detonación. En ese momento no le di importancia, pensé que podía haber sido una chapa que se cayó o los perros”, relató el testigo en diálogo con TN. “Hoy, con el diario del lunes, uno entiende lo que pasó, pero en ese momento no imaginé nada. No se escucharon gritos ni ruidos extraños, así que seguí trabajando”, agregó el hombre.

Tras el disparo, el vecino contó que vio a Laurta junto a su hijo caminando por la zona hasta tomarse el auto para escapar de la escena: “Vi a este hombre pasar con Pedrito (el hijo de Luna) caminando de la mano, por la calle San Pedro. Iban como si nada, tranquilos, como un padre que lleva a su hijo a la plaza. Doblaron por la calle Chimu y estuvieron un rato esperando un taxi. El coche llegó a los pocos minutos, se subieron y se fueron, como si no hubiera pasado absolutamente nada”, detalló.

El vecino también indicó que había visto a Laurta hace varios meses y recordó qué sucedió en ese entonces. “Sí, lo conocimos porque el año pasado, en octubre, tuvo una secuencia muy fea: estuvo varios días durmiendo sobre el tanque de agua de la casa, acosándola a Luna. Mariel pedía auxilio, gritaba desesperada. Me asomé y le pregunté si era su yerno, y ella me gritó: ‘No, no, por favor, auxilio’. Entonces intervine, lo insulté y él salió corriendo. Se subió a una Toyota Hilux que tenía estacionada a la vuelta y se dio a la fuga”.

A su vez, indicó que recién el sábado por la tarde, cerca de las 19, dos móviles policiales se acercaron hasta el domicilio donde vivían Luna y Mariel porque el botón antipánico de las víctimas se había desactivado. El vecino llamó tres veces las mujeres, pero sus celulares ya figuraban como apagados. Lejos de insistir, los oficiales se retiraron del lugar.

Minutos después, los propios vecinos volvieron a reclamar a la policía, que esta vez ingresó al domicilio.

“Entró la policía por el patio y enseguida vimos que algo grave había pasado. Los agentes nos hicieron retroceder. Fue entonces cuando nos enteramos de lo peor: Mariel estaba muerta en el patio y más tarde supimos lo de Luna”, contó el hombre.

Conmovido, expresó: “Es un dolor inmenso. Eran buenas personas, muy unidas. Luna era una madre dedicada, no se separaba nunca de su hijo, lo cuidaba todo el tiempo”.

Pablo Laurta fue detenido el domingo en un hotel de Gualeguaychú sospechado de ser el auto del doble femicidio y del secuestro de su hijo, de cinco años. Los investigadores sostienen que el hombre intentaba escapar con el pequeño hacia Uruguay, de donde es oriundo.

El caso está a cargo del fiscal Gerardo Reyes, del Fuero de Violencia Familiar de Córdoba. Medios cordobeses informaron que el detenido será trasladado en las próximas horas y alojado en la cárcel de Bouwer.

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