El café podría ser perjudicial para la salud para adultos mayores
Una de las infusiones más nobles de la rutina... ¿puede hacer mal a nuestra organismo? Conocé qué dicen los especialistas en detalle acá.
El café podría ser perjudicial para la salud para adultos mayores
Todos tenemos nuestro desayuno ideal: café y dos medialunas sin embargo, cuando más adultos somos su consumo de cafeína nos puede afectar sin darnos cuenta.
Los especialistas recomiendan no implementar esta bebida en el desayuno o en la merienda, inclusive cuando se termine de comer con la panza llena ya que tendrá consecuencias severas para la salud.
Las consecuencias de consumir café teniendo más de 60 años
Según el informe de Huffington Post existe una relación a largo plazo de la ingesta de café con el deterioro cognitivo más rápido. Es importante resaltar que se comprobó con personas que tomaban tres o más tazas de café en el mismo día.
Si bien es un estudio que solamente sirvió como prueba para confirmación de la teoría, sus resultados fueron determinantes para iniciar una problemática nunca antes vista
La cantidad diaria de cafeína que puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular
En relación a lo mencionado anteriormente, en el American College of Cardiology (ACC) que se organizó en India este año, se demostró a través de un artículo que el consumo de café de manera excesiva, con la cafeína presente, podría incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Liderada la investigación por la Dra Nancy Kataghara plasmó que más de 400 mg de cafeína puede tener efectos negativos. A partir de esto subrayó “el consumo habitual de cafeína podría alterar el sistema parasimpático y elevar la presión arterial y la frecuencia cardiaca”
Para su prueba, se estudió a 92 personas sanas, con presión arterial normal que comprendía las edades entre 18 a 45 años. De acuerdo a esto se midió la presión arterial antes y luego de consumir café pasados tres minutos.
Los resultados demostraron que un consumo crónico de 600 mg por día todas las personas sufrieron incrementos notables en la presión arterial y frecuencia cardiaca.
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