Grave amenaza obliga a cerrar las puertas de la Facultad de Artes de la UNLP: "Voy a fusilarlos a todos"

Sociedad

La Facultad de Artes cerró sus puertas luego de que un mail con fotos de armas y promesas de un ataque armado obligara a activar protocolos de seguridad.

La comunidad educativa de la Universidad Nacional de La Plata amaneció en vilo luego de que la Facultad de Artes dispusiera el cierre total de su sede y la suspensión de clases por una intimidación de una gravedad pocas veces vista. La decisión, adoptada a primera hora del día, obligó a frenar cualquier tipo de presencialidad y a poner en marcha los mecanismos internos de prevención mientras se evaluaba el alcance real del episodio.

Cerca de las 10 de la mañana, las autoridades académicas difundieron un comunicado breve pero contundente para explicar la interrupción repentina de la jornada. Desde el edificio ubicado sobre diagonal 78 —a escasos metros de Plaza Rocha, una zona de permanente circulación— informaron que “hoy viernes 28/11 suspensión de actividades por graves amenazas recibidas. La Facultad permanecerá cerrada”.

AVISO

Ese mensaje bastó para confirmar que los equipos directivos ya tenían en su poder datos alarmantes y que se optó por la vía más prudente: desactivar por completo el funcionamiento cotidiano de la institución.

De acuerdo a la información reconstruida por Infocielo, el desencadenante fue un correo electrónico remitido directamente al decanato de Artes. La advertencia no sólo incluía insultos y fotografías de armas de asalto, sino también la promesa explícita de un ataque armado. Más tarde se pudo constatar que el mismo mail había llegado de manera simultánea a múltiples casillas personales e institucionales, lo que reveló un envío masivo dirigido a diversas dependencias de la UNLP y no únicamente a esta facultad en particular.

En la nómina de destinatarios figuran autoridades, secretarías y áreas administrativas de distintas sedes, lo que hizo sospechar que el supuesto agresor no apuntaba a un blanco concreto, sino que pretendía infundir temor generalizado. En su mensaje aseguraba que iría contra “una de las sedes” sin especificar cuál, lo que incrementó la urgencia de activar todos los dispositivos de seguridad.

El texto, plagado de referencias esotéricas y amenazas directas, comenzaba con una frase que encendió todas las alarmas: “Fui inspirado por Asmodeus a unirme al grupo 764 y ahora voy a hacer una masacre en la UNLP inspirado en su intento de matanza fallida en la UNTREF”.

En la misma línea, el remitente advertía: “Voy a ir armado este viernes a una de las sedes con los rifles de asalto que ven en la foto para asesinar a tanta gente como sea posible”. Y concluía con un mensaje final que reforzaba su voluntad homicida: “Ya está todo decidido y no hay vuelta atrás, no va a quedar ni uno solo vivo, todos nos vamor a ir con el diablo”.

AMENAZA

La mención a Asmodeus 764 no pasó inadvertida: se trata de un seudónimo que en las últimas semanas ya había aparecido en otro episodio similar que afectó a la Universidad Nacional de Tres de Febrero.

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