¿Quién es monseñor Aguer, el polémico arzobispo ultra conservador platense?

Sociedad

Es uno de los abanderados de la lucha contra la diversidad sexual, el uso del preservativo y la escolaridad actual. Su cercanía al poder político y económico. Su oposición al Papa.

"Cuando me encuentre con él, le voy a preguntar si puedo abrazarlo". De esta manera, el polémico arzobispo platense definía, quizá de manera involuntaria, su relación con el ahora papa Francisco, ya que a los amigos o afectos cercanos uno no les pregunta si puede abrazarlos. Simplemente lo hace. Pero su relación personal con Jorge Bergoglio nunca fue cercana ni de afecto, sino políticamente correcta, aunque ahora él se empeñe en demostrar lo contrario. Ambos tienen concepciones diferentes sobre el rumbo de la Iglesia, casi antagónicas dicen.

Con 71 años recién cumplidos (nació el 24 de mayo de 1943 en Buenos Aires), Héctor Aguer volvió a ser noticia por sus polémicas –cuando no condenatorias- declaraciones. En clara contraposición a las palabras del papa Francisco del 29 de julio pasado cuando, volando de Río de Janeiro a Roma, afirmó: "Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, quién soy yo para juzgarla. El Catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se deben marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad".

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De un perfil eminentemente intelectual en detrimento de lo pastoral y de la doctrina católica por sobre los gestos que reflejan la misericordia de Dios, Aguer sintió, el día de la elección de Francisco, que los méritos para ser arzobispo de Buenos Aires y por ende cardenal primado de la Argentina habían llegado a su fin. Curiosamente no hizo sonar las campanas de la catedral de La Plata luego de la designación del Papa pidiéndole a los feligreses no hacer de la elección una "cuestión futbolística"...

En 1978 fue llamado por monseñor Bozzoli para trabajar en la diócesis de San Miguel, que acababa de ser creada. Allí Aguer fue el primer rector del Seminario diocesano (1980-1991) al mismo tiempo que Bergoglio era rector del Colegio Máximo. En 1992 ambos fueron ordenados obispos auxiliares de Buenos Aires por el cardenal Antonio Quarracino hasta que en 1998 Aguer fue elegido arzobispo coadjutor (con derecho a sucesión) de La Plata y Bergoglio coadjutor de Buenos Aires, por deseo expreso de Quarracino, quien lo había descubierto –quedando impactado por la profundidad de su pensamiento- en Córdoba predicando un retiro espiritual y por quien intercedió ante Juan Pablo II para que se lo nombrara como obispo auxiliar de Buenos Aires.

Hombre definido en la jerga eclesiástica como un "príncipe" de la Iglesia, en contraposición al "pastor", la exhortación apostólica de Francisco Evangelii Gaudium curiosamente se refiere a ellos en los puntos 93 al 97 al referirse a la "mundanidad espiritual" de los agentes pastorales: "Esta oscura mundanidad se manifiesta en muchas actitudes aparentemente opuestas pero con la misma pretensión de «dominar el espacio de la Iglesia». En algunos hay un cuidado ostentoso de la liturgia, de la doctrina y del prestigio de la Iglesia, pero sin preocuparles que el Evangelio tenga una real inserción en el Pueblo fiel de Dios y en las necesidades concretas de la historia. Así, la vida de la Iglesia se convierte en una pieza de museo o en una posesión de poco".

Su postura generalmente se ubica en las posiciones más (ultra) conservadoras e intransigentes del episcopado argentino
, lo que le valió y le valen numerosos encontronazos internos como externos. Asumió en junio del 2000 como 7° arzobispo platense y es miembro de distintas comisiones episcopales, aunque hasta el momento no ha logrado ser electo para los cargos de mayor relevancia.

Sus aceitados vínculos con el poder político y económico también son polémicos. Basta recordar su relación con el banquero Francisco Trusso, ex titular del Banco de Crédito Provincial (BCP), quien estafó a 21.000 ahorristas: luego de estar prófugo, Trusso fue detenido en Miramar a mediados de 2001 y condenado a 8 años de prisión por maniobras fraudulentas. Pero en el 2003 fue excarcelado por la Cámara Penal de La Plata previa garantía de una fianza de un millón de pesos, en la que Aguer aparece como "fiador personal por motivo de su alta autoridad moral", según un comunicado que difundió el arzobispado platense en el 2003.

En lo político, integró el lobby anti-Bergoglio, llegando incluso al extremo de  denunciarlo en el 2000 ante Juan Pablo II por lo que consideró "abusos litúrgicos" de parte del entonces arzobispo porteño. Con la denuncia desestimada de plano, continuó edificando su poder en el Vaticano de la mano de Esteban Caselli (sería uno de los afectados por el cierre de las cuentas del IOR), ex embajador de Carlos Menem en la Santa Sede junto a los cardenales Leonardo Sandri (ex número tres de Juan Pablo II) y Angelo Sodano.

Fuentes cercanas al arzobispado platense han dejado trascender en los últimos meses que en vistas del nuevo panorama, y teniendo dos obispos auxiliares que se ocupan del trabajo territorial y periférico de su diócesis, Aguer habría presentado su renuncia a Francisco, aunque éste no se la habría aceptado por el momento.

Las declaraciones vertidas el último sábado por Aguer, no fueron las primeras polémicas en relación a las cuestiones de género. El prelado también opinó en varias oportunidades sobre educación, sexualidad y derecho a la vida, levantando polvareda.

Estas son algunas de sus polémicas declaraciones:

- "Nos oponemos a la transmisión en la escuela de una noción de la sexualidad humana que elude toda referencia fundante a la naturaleza de la persona y de sus actos y que se agota en información parcializada y en la recomendación de la sospechosa seguridad que brindan anticonceptivos y condones".

- "He leído que el Ministro de Salud de la Nación (Ginés González García) me trató de fanático y gorila. Me permito devolverle gentilmente la cortesía. Su intolerancia y su fundamentalismo son cosa de admiración. Es éste un defecto bastante frecuente entre quienes se creen 'progresistas'. Ha dicho que 'Dios perdona cualquier cosa, pero el Sida no perdona'. Dios perdona cualquier cosa si nos arrepentimos y nos proponemos enmienda, no si perseveramos cerrilmente en nuestro error. Si el Sida no perdona, el ministro debería advertir, por lo menos, que los condones que reparte no preservan absolutamente del contagio. En cambio, invita a los jóvenes a jugar a la ruleta rusa. Probablemente, una orientación estrecha de la disciplina sanitarista le impide comprender en su complejidad el fenómeno de la sexualidad humana e insertarlo en una visión integral de la persona. Es una pena".

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- "En la nueva asignatura llamada 'Construcción de Ciudadanía' se articula un proceso para hacer de los niños y adolescentes bonaerenses pequeños teóricos críticos para cambiar la sociedad. Probablemente resultarán analfabetos, víctimas de la abolición de las humanidades y de los objetos formales de las disciplinas científicas, pero tendrán que ser revolucionarios; para eso se los adoctrinará con versiones criollas de las ideas de Foucault y del neomarxismo de la Escuela de Frankfurt."

- "Se trata (Construcción de Ciudadanía) de un instrumento peligroso de ideologización y politización
de los adolescentes, sin el marco referencial de una concepción integral de la persona humana y de la naturaleza ética de su actividad. Expresamente se dice que hay que 'correr el eje de una discusión moralizante entre el bien y el mal hacia un análisis crítico'. Las fuentes bibliográficas de este proyecto y sobre todo su inspiración neomarxista y gramsciana hacen temer un gran operativo de lavado de cerebro de la juventud argentina".

- "El fin (de la asignatura) es una sociedad igualitaria y atea donde regirían presuntos derechos humanos, fundamentales y universales, que se obtendrían como resultado de un consenso al cabo de un proceso de reeducación, o como solución de la dialéctica de interpretaciones. No queda nada de la tradición cultural argentina y es patente la contradicción con lo que postula la Constitución vigente de la provincia de Buenos Aires: educar a los niños en los principios de la moral cristiana, respetando la libertad de conciencia".

- "En la historia de la cultura occidental ocurrió un episodio curioso: cuando ambas luces, la de la razón y la de la fe entraban en eclipse, el movimiento filosófico que provocaba la tiniebla recibió el nombre de 'Ilustración'; se lo llamó también 'Iluminismo' y a ese siglo –el XVIII– 'Siglo de las luces'. Esta ironía siniestra recubrió de afeites prestigiosos y reivindicatorios la negación de la revelación divina y del vuelo metafísico de la inteligencia; la religión quedó encerrada en los límites de la mera razón y ésta reducida a explorar el campo de los fenómenos".

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- "La perspectiva de género es el instrumento conceptual que se adopta para desconocer la diferenciación natural del ser humano en sexo masculino y sexo femenino. Los roles y responsabilidades de mujeres y varones serían determinados socialmente, 'construidos' o impuestos por la cultura y no procederían de las diferencias biológicas, psicológicas, afectivas y espirituales de varones y mujeres. La inclinación natural es reemplazada por la preferencia u orientación sexual, que se puede elegir y ejercer como un derecho".

- "Hay un intento reciente de cambiar la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 para introducir en ella los derechos sexuales y reproductivos de la mujer y más ampliamente los derechos de género como derechos humanos fundamentales y universales. El propósito es afirmar el derecho al aborto y todas las otras reivindicaciones del feminismo extremo".

- "Se puede comprobar que la reforma educativa bonaerense (ley provincial de Educación sancionada durante la gestión de Adriana Puiggrós 2006-2007) cifra precisamente en un cambio del lenguaje educativo. Este propósito se pone de manifiesto, sobre todo, en los documentos oficiales acerca de la redefinición de la formación docente. La tesis podría enunciarse así: Hay que cambiar el modo de expresarse de los maestros, su manera de hablar al referirse a las realidades esenciales y cotidianas de la educación; así se logrará que cambien el modo de pensar. Al transmitirles un lenguaje nuevo, también se les infundirá un pensamiento nuevo; ese pensamiento tiene la configuración estructural de una ideología".

- "El lenguaje psicoanalítico, y detrás de él la antropología freudiana, constituyen hoy día una convicción generalizada, sobre todo en un país como la Argentina, que prácticamente es el único donde el psicoanálisis tiene semejante aceptación y ha resistido a todas las críticas posibles. Ahora acaba de salir en castellano un volumen de más de seiscientas páginas: El libro negro del psicoanálisis, que no tiene desperdicio, y empieza con esta constatación acerca de cómo el lenguaje freudiano se ha convertido en la jerga general".

Federico Wals

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