¿Las mujeres no pierden el tiempo? Melisa se separó del hombre de su vida y al ratito se casó con su nuevo amor

Sociedad

¿Se acuerdan de Melisa Durán? Si, es la ex de Sergio Denis que estuvo a los besos y en la cama con otro participante del reality ante miles de telespectadores en GH IV. La misma que luego se arrepintió y que casi le pide disculpas de rodillas. La rubia, de 23 años, se casó con Leandro Capurro, un muchacho de 28 con el que estuvo de novia tan sólo cuatro meses. El caso de Melisa es uno de tantos otros en que ellas parecen olvidarse rápidamente del amor de sus vidas para llegar a los confites en muy poco tiempo con su nuevo amor.

Melisa y Leandro se casaron la semana pasada en la Delegación Avellaneda del Registro Civil  de las Personas. En medio de una lluvia de pétalos de rosa, Leandro le dijo a su amor que era “la más hermosa”, y Melisa le contestó que se sentía  “la más protegida y feliz" al haber sellado "este amor”. Borrón y cuenta nueva para la rubia que dejó de ser señorita para convertirse en señora de su nuevo galán.



¿Dónde quedó el duelo por la relación anterior? ¿Es una traición ponerse de novia rápidamente y proyectar una vida en pareja?. “No es una traición si la relación está terminada. Pero sí es una traición a los propios valores. Todos necesitamos un tiempo de acomodamiento al finalizar un noviazgo más allá de quién haya dejado a quién”, respondió a minutouno.com la psicóloga y sexóloga Diana Resnicoff. 


"Siempre que hay una separación, tiene que haber un momento de poder pensar, evaluar, de quedarse solo” , sostuvo Resnicoff.   


Para la especialista, no se pueden analizar estos comportamientos como una mera cuestión de género y sostuvo que esas determinaciones dependen de la historia de cada uno, aunque hizo hincapié en la importancia de pasar un tiempo en soledad para reencontrarse con uno mismo.


 


“Pasar de una relación a otra no hace bien porque no hay tiempo necesario para ver qué sucedió y no volver a repetirlo”, dijo. Y agregó: “Creo que es una forma de no elaborar un duelo. Lo que uno hace es escaparse pero todo debe tener un tiempo de reflexión”.

Ellas no perdieron el tiempo

Sofía (27) y Nicolás (30) estuvieron en pareja cuatro años y medio hasta que él decidió terminar la relación porque sintió que “la cosa no iba ni para atrás ni para adelante”. Sin embargo, él estuvo mucho tiempo sin conocer a otra chica en serio, mientras su ex se la pasaba rogándole que volviera con ella. No obstante, no pasaron tres meses de la separación y Sofía ya estaba nuevamente en pareja con otro muchacho y a los cinco meses se casaron.

“La verdad que me dio por las pelotas que se haya casado tan rápido con ese tipo porque me decía que era el amor de su vida y me llamaba todos los días para volver. No la entiendo, pero que sea feliz. Ya no me importa”, dijo Nicolás que  desde hace dos meses está “conociendo” a una mujer separada y con dos hijos.

Liliana (32) estuvo casada 10 años con Pedro, el padre de su hijo de cinco. Sin embargo, la pareja decidió separarse de mutuo acuerdo porque, según ella, la relación  “se había aplanado y ya no estábamos enamorados. Por aquel momento falleció su padre y en ese momento de duelo conoció a Diego, en una de las materias de la facultad. “No pasaron tres meses desde que me salió el divorcio y nos pusimos de novios porque el flechazo fue muy fuerte”, expresó Liliana.

 Al poco tiempo de iniciar su nueva relación, él se fue a vivir a su casa y actualmente se encuentran en la dulce espera.  ¿No sentís que pasó muy poco tiempo desde que te separaste hasta que te enganchaste con Diego?, le preguntó minutouno.com. “Si, la verdad que todo fue muy rápido. Lo que pasa es que nunca tuve una atracción tan fuerte con alguien ni bien lo veo por primera vez”, respondió la enamorada.


"No pasaron tres meses desde que me salió el divorcio y nos pusimos de novios porque el flechazo fue muy fuerte”, expresó Liliana.
    

Para Resnicoff,  este tipo de relaciones “es como una forma de tapar algo, es como no querer ver y no darse cuenta de lo que pasó. Al principio se puede dar un enamoramiento en la nueva relación aunque después uno se da cuenta que no sirve. Siempre que hay una separación, tiene que haber un momento de poder pensar, evaluar, de quedarse solo”, insistió.

Ximena (26) es un caso totalmente atípico. Estuvo dos años de novia con Julián hasta que se cansó porque, según ella, “nos queríamos mucho pero en un momento él tenía demasiados planes para los dos, pero sin consultarme". Lo pensó durante un tiempo y decidió poner fin a la relación. Sin embargo, tan segura como parecía estuvo casi tres años hasta que pudo ponerse nuevamente de novia.

“A los dos meses salí con chicos de manera muy alocada, pero después decidí quedarme tranqui y esperar, sin desesperarme. Mientras me concentré en cosas que sí dependian exclusivamente de mí como el trabajo y la facultad”, comentó.  Hace cuatro meses su corazón volvió a tomar protagonismo cuando conoció a Mariano, el chico que le da “vuelta la cabeza”.  Una excepción....

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