Expulsan del país al cerebro del "robo del siglo"

Sociedad

Mario Vitette Sellanes no quedará detenido por el asalto al Banco Río, en una decisión tomada por Migraciones y el Tribunal Oral en lo Criminal 15 de la Capital Federal.

A siete años del mayor asalto boquetero de la historia, el ideólogo del asalto al Banco Río de Acassuso, el uruguayo Mario Vitette Sellanes, fue expulsado de la Argentina, en una decisión tomada por Migraciones y el Tribunal Oral en lo Criminal 15 de la Capital Federal.

Tras la expulsión, Vitette Sellanes no quedará detenido por el asalto conocido como "el Robo del Siglo", en el que se llevaron más de 19 millones de dólares y por el que no hay ningún detenido.

"Me gasté la plata en caballos lentos y en mujeres rápidas. No tengo la plata", contó en declaraciones al canal C5N, y agregó: "Me voy a retirar, ya soy una persona muy grande".

El 13 de enero de 2006 cinco ladrones asaltaron el Banco Río de Acassuso fingiendo una toma de rehenes. Mientras con ese movimiento distraían a la Policía, vaciaron 143 cajas de seguridad y se llevaron un botín millonario navegando en gomones por desagües pluviales.

Vitette dio su opinión sobre el robo en un reportaje meses atrás: "No sé si fue el más grande sino el más estruendoso". "En estas latitudes no se hace a porcentajes sino que se reparte en partes iguales", contó respecto a la división del botín. "Tengo el copyright del robo porque nadie se hizo cargo", dijo.

A los 60 años, el extrovertido delincuente denunció, a modo de chiste, que "la AFIP no me da tregua, no tengo dónde vender los dólares, nadie me los quiere comprar y no quieren estar fuera de la ley". "Tengo blue a 7 pesos", ofreció.

Consultado sobre su familia, el cerebro del "Robo del Siglo" comentó que son "no tienen nada que ver con mi profesión. Son como el común de la gente: trabajan, estudian".

Actualmente, cumple una pena de 25 años de prisión en un penal de extrema seguridad de General Alvear. "Es lo peor de lo peor, es una unidad estricta respecto a la seguridad pero no a los Derechos Humanos. El único que no viene a verme es mi contador", concluyó.


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