Fue campeón con Boca y hoy vive en un pueblo de no más de 150 habitantes

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En el Xeneize salió campeón del fútbol argentino, pero su retiro lo llevó a buscar tranquilidad lejos de las cámaras.

Boca es una caja de resonancia impresionante en el fútbol argentino, donde el éxito y el fracaso están a un paso de distancia. La gran presión por conseguir títulos puede hacer que los jugadores pierdan un poco el foco. Sin embargo, la estadía en el Xeneize puede ser la llave de entrada a Europa, como le ocurrió a Carlos Fondacaro.

Campeón del fútbol local con el club de La Ribera, jugó en el Viejo Continente y hoy sigue vigente, pero en un equipo amateur de Santa Fe, donde actualmente vive lejos de las cámaras y con tranquilidad.

La decisión de este exjugador no resulta sorprendente, ya que muchos exfutbolistas de Boca han dado un giro de 180 grados en sus vidas, dedicándose a nuevos rubros y encontrando paz en ciudades pequeñas.

Carlos Fondacaro y su paso por el fútbol

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Fondacaro debutó en Boca por Copa Sudamericana.

Fondacaro debutó en Boca por Copa Sudamericana.

Con solo 20 años, hizo su debut en septiembre de 2008 en una victoria por 4 a 0 contra Liga de Quito en la Copa Sudamericana. También participó en partidos de la Copa Sudamericana y del Torneo Apertura 2008, en el cual Boca se consagró campeón. A lo largo de su carrera, Fondacaro tuvo la oportunidad de jugar con grandes figuras del club, como Juan Román Riquelme y Sebastián Battaglia.

Luego de su etapa en el Xeneize, Fondacaro continuó su carrera en el fútbol argentino y europeo, con pasos por Tigre, Atlético Tucumán, Patronato y otros clubes. Tras su experiencia en el Chaco For Ever, decidió ponerle fin a su carrera profesional y se adentró en el fútbol amateur en la Liga Galvense, jugando para Bernardo de Irigoyen.

Su vida después del retiro

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En la actualidad, juega de manera amateur para Bernardo de Irigoyen en la Liga Galvense.

En la actualidad, juega de manera amateur para Bernardo de Irigoyen en la Liga Galvense.

En la actualidad, Fondacaro vive en Loma Alta, un pequeño pueblo en Santa Fe con solo 150 habitantes, donde ha encontrado tranquilidad y priorizó su vida familiar. Allí, disfruta del campo y está involucrado en proyectos locales, incluyendo la apertura de un bar en el pueblo.

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