Jugó en River y Boca, fue amigo de Maradona, estuvo preso más de una vez y hoy tiene un gimnasio
Uno de los pocos que vistió la camiseta de los dos clubes más importantes del fútbol argentino, pero los excesos ocultaron su talento innato y atentaron contra su carrera.
Su capacidad goleador acompañada por su talento innato fueron las principales armas que permitieron captar la atención de diversos equipos del fútbol argentino. Carlos Damián Randazzo fue uno de los pocos futbolistas que se calzó la camiseta de Boca y River. Además, mantuvo una relación de amistad con Diego Armando Maradona.
Su aparición en Primera fue repentina. Con seis goles en sus primeros 11 partidos en Boca, el delantero asomaba como una de las grandes revelaciones y promesas de Argentina, pero los excesos y la noche fueron el desencadenante principal que atentó contra su carrera.
Si bien nunca compartió equipo con Maradona, el aprecio entre ambos era recíproco. Es más, Randazzo fue el responsable de que Guillermo Coppola y el Diego se conocieran. Su nivel fluctuante, sumado a algunos hechos extra futbolísticos y los excesos, cambiaron el destino de este gran jugador. En la actualidad, como muchos otros exfutbolistas, se encuentra alejado de la línea de cal y radicado en el sur.
Carlos Damián Randazzo y el fútbol
Formado en Boca Juniors, pero con su corazón en Núñez, Randazzo irrumpió en el fútbol argentino en 1978, en la derrota del Xeneize 3 a 1 ante San Lorenzo.
Estuvo cuatro años en el equipo de La Ribera, ya que en 1981, fue pieza clave en la llegada de Maradona a Boca. El delantero fue cedido a Argentinos Juniors, aunque su deseo era jugar con uno de sus máximos amigos.
Pero el destino de Randazzo tenía otra historia fuerte por contar: en 1982, llegó a River, el club de sus amores. Sin embargo, su floja producción lo obligó a salir de nuevo al mercado. Tras varios idas y vueltas, volvió a Boca un año después.
En el elenco Xeneize estuvo hasta el Torneo Metropolitano 1984, cuando su nivel caía en picada y su carrera comenzaba a apagarse. Los excesos y la noche prevalecieron, motivo por el cual, a los 25 años, Randazzo colgó los botines.
Del fútbol a estar preso y retirarse: su vida hoy
A pesar de haberse alejado del verde césped y por consiguiente de los medios, la vida de Randazzo iba a seguir vinculada a las tapas de los diarios. En 1993, fue arrestado y acusado del homicidio del empresario Virgilio Escobar. Su estadía en la cárcel fue de 11 meses. Al ser liberado, emprendió una nueva vida en el sur.
12 años más tarde, volvió a ser tapas de los principales diarios del país, cuando se lo vinculó en un caso de tenencia de estupefacientes. Pero fue liberado en el juicio oral. Antes de este nuevo escandalo, Randazzo estuvo cerca de recalar en las filas de Barracas Central.
Tras estos hechos que empañaron su imagen, el exfutbolista de Boca y River decidió alejarse de las cámaras para rehacer su nueva vida. En la actualidad, tiene un gimnasio y vende artesanías.
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