Asesinaron en prisión a una estrella de rock, condenada por abuso sexual infantil
El exlíder de la banda galesa Lostprophets fue brutalmente asesinado por otro interno en la prisión de Wakefield. Recibió 30 puñaladas en un ataque feroz.
La escena musical internacional recibió este sábado una impactante noticia: Ian Watkins, exvocalista de la banda galesa Lostprophets, fue asesinado dentro de la prisión de alta seguridad de Wakefield, en Inglaterra, donde cumplía una extensa condena por delitos sexuales contra menores.
El cantante, de 47 años, fue atacado con arma blanca y recibió más de 30 puñaladas, según informaron fuentes cercanas al caso. La policía de West Yorkshire acudió al lugar tras un llamado de emergencia desde el penal. “El prisionero fue declarado muerto en el lugar”, comunicaron oficialmente las autoridades. Un compañero de celda fue detenido como sospechoso del crimen, aunque todavía no se conocen los motivos que desencadenaron el ataque.
El músico se encontraba tras las rejas desde 2013, luego de ser condenado a 29 años de prisión por una serie de delitos que conmocionaron a la sociedad británica. Durante el proceso judicial, Watkins aceptó 11 cargos, entre ellos la posesión de pornografía infantil y el intento de violación de un bebé.
El ascenso de Watkins en el mundo del rock fue vertiginoso. Al frente de Lostprophets, una de las bandas más influyentes del Reino Unido en la década del 2000, cosechó reconocimiento internacional gracias a una fusión potente de rock alternativo, metal y electrónica. El grupo vendió más de tres millones de álbumes y logró posicionarse en los rankings con éxitos como Last Train Home, que alcanzó el primer lugar en Estados Unidos.
Conocido por su actitud provocadora y su fuerte presencia escénica, Watkins era visto como una figura clave en la escena del rock galés. Pero todo cambió en 2012, cuando fue arrestado tras una exhaustiva investigación policial. Los jueces a cargo del caso describieron los hechos como “extremadamente perturbadores”, y la repercusión fue inmediata: Lostprophets se disolvió de manera fulminante. Sus integrantes expresaron públicamente su “repulsión” por lo sucedido.
Tiempo después, los exmiembros de la banda formaron No Devotion, un nuevo proyecto musical junto al cantante estadounidense Geoff Rickly, de la banda Thursday.
Desde entonces, el nombre de Ian Watkins quedó marcado como símbolo de una de las historias más sombrías en el universo del rock británico, una carrera truncada por crímenes que borraron todo rastro de su legado musical.
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