La reacción de Nico Vázquez a un comentario de Mario Pergolini sobre Gime Accardi: qué hizo
El actor visitó el programa Otro Día Perdido y fue contundente con el conductor cuando tomó posición sobre su escandalosa separación.
Nicolás Vázquez apareció recientemente en el programa de Mario Pergolini, "Otro Día Perdido", tras su separación de Gimena Accardi. La conversación inevitablemente giró en torno a la ruptura, que se produjo después de 18 años juntos y fue reconocida públicamente el 8 de julio.
El conductor y el actor repasaron distintos temas, incluido el papel que Vázquez interpreta en la obra Rocky, uno de los grandes éxitos teatrales de la cartelera porteña. En ese marco, Pergolini propuso: “¿Alguna vez intentaron hablar con bucales puestos?”.
De inmediato, él mismo, junto al actor y los panelistas del programa, se colocaron protectores para hacer la prueba en vivo. Con el aparato en la boca, Pergolini miró al artista y expresó: “Yo quiero decirte… yo quiero decirte… que siempre estuve de tu lado”.
La inesperada frase fue interpretada como una referencia a la ruptura amorosa del actor, que respondió de inmediato y con seriedad: “No hay lados. No hay lados. Es la vida misma. Fin”.
Pero la respuesta no frenó a Pergolini, que, sin bajar la guardia, respondió: “Pero yo creo que hay lados”. En ese momento, la dualidad entre lo público y lo privado, entre lo humano y lo mediático, quedó desnuda y la conversación pareció virar a otros horizontes.
El ambiente en el piso amenazaba con tornarse aún más tenso. Nico, astuto, decidió disipar la incomodidad con una dosis de humor físico. Dejó su asiento y, ante la mirada de todos, comenzó a imitar el caminar de un chimpancé alrededor del estudio. Un instante que podría haber resultado forzado se transformó en catarsis colectiva: Agustín Aristarán lo imitó enseguida, y la risa recorrió filas y cámaras. La secuencia tuvo su punto cúlmine cuando el mismísimo Pergolini aceptó la invitación al juego y con mucha audacia, se puso también a caminar de la misma forma.
En ese momento insólito, el conductor, ya parte de la broma, pronunció una nueva sentencia que desató un estallido de risas: “Este programa va a dejar memes de mí que voy a odiar toda mi vida”. Los presentes volvieron a reír, la tensión se disipó, el tema de fondo estaba fuera de discusión a partir del oficio de dos personajes con un amplio recorrido en el mundo del espectáculo.
En definitiva, en apenas unos minutos, la televisión mostró su cara más imprevisible. Un comentario inesperado sobre la vida personal de un actor se volvió el punto de partida para la creación de un momento inolvidable, absorto en el desparpajo y la honestidad.
Nico Vázquez, fiel a su estilo frontal, resolvió el dilema con firmeza y frescura, al dejar atrás cualquier intento de ahondar en heridas recientes, y apostando por el humor como escudo. Los límites entre la risa y la incomodidad, una vez más, se borraron en el aire, y el ciclo suma otro episodio a su historial de momentos virales e imprevisibles.
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