Maru Botana expuso una presunta estafa y quedó en el centro de una fuerte polémica
La cocinera relató entre lágrimas cómo una constructora utilizó su imagen para una campaña solidaria, prometió levantar una pastelería para jóvenes en Mendoza y nunca cumplió.
Maru Botana atraviesa un momento de profunda decepción y enojo. La reconocida cocinera decidió llevar su reclamo a la Justicia tras denunciar por estafa y fraude a una constructora que, según afirmó, se aprovechó de su buena fe. Contó que cedió su imagen de forma gratuita para una campaña publicitaria con fines solidarios, confiando en que la empresa construiría una pastelería y una cooperativa laboral para jóvenes de la Fundación Conin en Las Heras, Mendoza, pero el proyecto jamás se concretó.
Hoy, la figura televisiva asegura que la deuda asciende a 60 millones de pesos. El conflicto comenzó durante la pandemia, cuando Botana aceptó participar como rostro de la firma mencionada en el ciclo A la tarde como Quiet Life Assistance- bajo una modalidad especial: no recibiría honorarios por su trabajo. En su lugar, pidió que el dinero destinado a su cachet se destinara a una obra solidaria.
La iniciativa buscaba levantar una pastelería de 128 metros cuadrados y un salón de usos múltiples para un centro nutricional de Conin, en una de las zonas más postergadas de Mendoza. El propósito era claro: ofrecer a chicas y chicos un espacio donde aprender un oficio, generar recursos y fortalecer la inclusión social.
Durante meses, todo pareció marchar sobre ruedas. En las redes sociales de la constructora aparecieron publicaciones mostrando supuestos avances e incluso mensajes celebratorios sobre la inminente inauguración de la “Cooperativa La Maru”, en octubre de 2023. Sin embargo, la realidad fue otra. Según la denuncia, el terreno sigue exactamente igual que al comienzo, “arrasado y árido”, sin una sola estructura levantada.
“Les prometí que se iba a hacer esa obra y nunca se hizo. Yo hice todo lo que necesitaban para la publicidad de sus construcciones; a cambio, en vez de pedirles plata, les pedí que armen la cooperativa”, contó Maru con evidente bronca y tristeza. De acuerdo a lo expuesto en el programa, la empresa utilizó su imagen durante dos años en redes sociales, afiches y materiales institucionales. Además, ella misma viajó a Mendoza, alojó a parte del equipo y acompañó de cerca el desarrollo de un proyecto que finalmente se desvaneció.
Cuando la obra dejó de avanzar, la explicación que recibió fue difusa y frustrante: “se disolvió un socio”. Desde ese momento, según su relato, “me dejaron en banda”. La cocinera aseguró que jamás obtuvo una respuesta formal ni una justificación concreta. “Fue durísimo, porque en el medio estaba el hospital, las ilusiones de las chicas y la oportunidad de dar trabajo. Yo confié y me dolió mucho”, expresó con angustia.
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