El truco para limpiar los manteles sin usar productos químicos y dejarlos impecables
Descubrí el truco casero para dejar tus manteles impecables y como recién comprados. Todos los detalles a continuación.
El truco casero para limpiar los manteles sin usar productos químicos y dejarlos impecables
El mantel de la mesa del comedor cumple una función clave, protege la superficie durante cada comida. Sin embargo, no todos tienen en claro cuál es la forma correcta de limpiarlo. Por suerte, hay trucos caseros muy prácticos que permiten dejarlo impecable y con aspecto renovado sin complicarse demasiado.
El paso a paso para limpiar los manteles
Si querés saber cómo mantener tu mantel impecable y libre de manchas, acá te contamos algunos trucos caseros que realmente funcionan:
- Vinagre blanco: prepará una mezcla con una parte de vinagre y dos de agua tibia. Aplicala directamente sobre la mancha del mantel usando un trapo limpio o una esponja suave. Hacé movimientos circulares al frotar y dejá que actúe unos minutos para mejores resultados.
- Limón y sal: exprimí el jugo de un limón sobre la mancha y espolvoreá una capa fina de sal por encima. Dejá reposar entre 10 y 15 minutos. Después, frotá con un paño húmedo y enjuagá con agua fría para eliminar los restos.
- Bicarbonato de sodio: cubrí la zona afectada con una buena cantidad de bicarbonato y agregale unas gotas de agua tibia para crear una pasta. Frotá suavemente con movimientos circulares hasta que veas que la mancha empieza a desaparecer. Ideal para mantener los manteles limpios y como nuevos.
El mantel no es solo un accesorio decorativo: cumple una función esencial en el cuidado de la mesa. Actúa como una capa protectora entre la superficie y los elementos que se utilizan durante las comidas, como platos, vasos, cubiertos y fuentes calientes.
Esto evita que la mesa sufra manchas, rayones o marcas por calor, algo especialmente importante cuando se trata de materiales delicados o costosos como madera natural, vidrio templado o muebles antiguos que podrían deteriorarse fácilmente con el uso cotidiano.
Pero además de proteger, el mantel también aporta confort. Al absorber parte del impacto y del sonido, ayuda a disminuir el ruido que generan los platos al apoyarse o moverse, creando un entorno más tranquilo y agradable para compartir comidas, ya sea en una cena formal o durante un almuerzo diario en familia.
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