El día que un cohete como el chino cayó en Argentina

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Al compás de la URSS, una nave cayó en 1991 como cae el cohete chino Long March 5B. Fue en suelo agentino y confirmó una vez más que estamos condenados al éxito.

Restos del cohete chino Long March 5B están fuera de control dispuestos a caer antes de la medianoche de hoy o en las primeras horas del domingo tras atravesar la atmósfera terrestre. El riesgo de causar daños en la Tierra es mínimo. Hace 30 años, hubo un hecho similar pero con una nave de origen soviético.

Eran los últimos días de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y el Salyut 7 cayó como meses después el Muro de Berlín. Los restos de la última estación espacial soviética se precipitaron a suelo argentino pocos días antes del inicio de la convertibilidad.

Fue el 7 de febrero de 1991, alrededor de la 1 de la madrugada. Los restos del Salyut 7, que en ruso significa "saludo", fueron orientados hacia el océano Pacífico, pero se espacieron por Argentina.

Como "Dios es Argentino", las casi 30 toneladas despedazadas cayeron en zonas despobladas. El trozo más grande lo recibió una familia de Capitán Bermúdez, cerca de Rosario en el patio de su casa. San Juan, Santa Fe, Entre Ríos, y Chubut fueron las provincias en los que recibieron restos de la estación espacial.

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Los restos del Salyut 7 que se precipitó en suelo argentino

Los restos del Salyut 7 que se precipitó en suelo argentino

QUÉ PASÓ CON EL SALYUT 7

El 11 de febrero de 1985, la URSS perdió control de su estación. Una misión de emergencia con Vladimir Dzhanibekov y Viktor Saviny fue enviada para rescatarla. Lo lograron, a medias.

El 6 de junio, lograron acoplarse para salvarla, pero descubrieron que micrometeorítos habían la nave y las baterías se descargaron. Orientaron los paneles solares para que volviera a generar electricidad y se prendieron los calentadores.

En 1991, ingresó nuevamente en la atmósfera, la URSS ya no acudió a rescatarla y comenzó a desintegrarse. Los restos cayeron en Argentina.

"Miles de fragmentos se desprendían e incineraban en la atmósfera. Cada uno de ellos se apartaba del cuerpo principal, se consumía en llamaradas y finalmente desparecía de la vista”, describió el astrónomo Guillermo Goldes.

https://twitter.com/GuilleGoldes/status/1391030239942348805

"Vi caer la Saliut 7. Cuando me preguntan cómo fue, sonrío. Nunca podré describir la intensidad de aquel momento", sentenció el profesor de las facultades de Matemática, Astronomía, Física y Computación de la Universidad Nacional de Córdoba.

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