Emotivo: Eitan Horn volvió a su hogar en Israel tras más de dos años secuestrado por Hamas

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El argentino de 38 años, oriundo de Villa Crespo, fue recibido con ovaciones y abrazos tras pasar 737 días en cautiverio en Gaza

Eitan Horn, uno de los tres argentinos liberados el pasado lunes 13 de octubre tras permanecer más de dos años secuestrado por Hamas, regresó finalmente a su casa en Kfar Saba, Israel. Con 38 años y un largo historial de vida entre Buenos Aires y el centro de Israel, fue recibido con un cálido y emotivo recibimiento por cientos de personas que se acercaron hasta su hogar para acompañarlo en este momento tan esperado.

Tras superar los controles médicos y psicológicos del Ejército israelí, el argentino pudo finalmente reencontrarse con su rutina y con su familia. Al descender del vehículo que lo trasladó, Horn extendió su brazo para saludar y estrechar manos de quienes lo aguardaban frente a su domicilio.

Eitan Horn

Una vez dentro, se dirigió hasta el balcón de su departamento, desde donde continuó saludando a la multitud que había acompañado su llegada, en un gesto que reflejaba su emoción y el profundo agradecimiento por el apoyo recibido. “No tengo palabras, solo agradecimiento”, afirmó Eitan, intentando resumir en pocas frases lo que significó para él volver a su hogar tras 737 días en cautiverio.

Eitan Horn

Previo a regresar a su residencia, vivió un reencuentro cargado de emoción con su madre, Ruthy Chmiel Strum, y sus hermanos en el Centro Médico Sourasky, en Tel Aviv. Entre lágrimas y abrazos, los miembros de su familia compartieron un momento íntimo y conmovedor, captado por las cámaras locales y difundido en medios israelíes.

Eitan Horn

En un gesto espontáneo y emotivo, Eitan se fundió con su hermano Amós mientras su madre no podía contener las lágrimas, pidiéndoles que se abrazaran para inmortalizar el momento. La emoción siguió con su hijo menor, cuando Ruthy le susurró: “Ay, Eitu, Eitu, en casa, en casa”, y Horn respondió con un intento de sonrisa que alivió la angustia de tantos meses de incertidumbre.

El regreso de Eitan Horn a su hogar marca no solo el cierre de una pesadilla personal, sino también un símbolo de esperanza para las familias de los rehenes que aún permanecen en Gaza. Su liberación y la emotiva recepción que recibió muestran la fuerza de los vínculos familiares y comunitarios, así como la resiliencia frente a situaciones extremas.

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