La carta apostólica de León XIV a los sacerdotes: reconoció la crisis en la Iglesia y llamó a mirar hacia el futuro
El Papa enfatizó que la renovación de la Iglesia Católica depende en gran medida de trabajo continuo de los sacerdotes. El texto completo.
El papa León XIV publicó una carta apostólica en la que habló sobre los sacerdotes, su trabajo y reflexionó sobre la fidelidad en el servicio, la fraternidad, la sinodalidad, la misión y el futuro de la Iglesia Católica.
"Una fidelidad que genera futuro" se titula el escrito publicado con motivo del 60º aniversario de los decretos conciliares sobre el sacerdocio y la formación sacerdotal: Optatam Totius y Presbyterorum Ordinis.
“Una fidelidad que genera futuro es a lo que los presbíteros están llamados también hoy, en la conciencia de que perseverar en la misión apostólica nos ofrece la posibilidad de interrogarnos sobre el futuro del ministerio y de ayudar a otros a percibir la alegría de la vocación presbiteral”, expresó el Pontífice al inicio de la carta que se difundió el lunes 22 de diciembre en VaticanNews.
El Papa hizo énfasis en los dos decretos al definir que “constituyen un hito fundamental de la reflexión acerca de la naturaleza y la misión del ministerio pastoral”. León XIV señaló que los sacerdotes están llamados a ser fieles a su vocación, “especialmente en el tiempo de la prueba y de la tentación". Afirmó que mantenerse firmes en la misión les permite mirar hacia el futuro con esperanza y ayuda a transmitir la alegría de servir a la Iglesia. En ese sentido, puso énfasis en que esto debe realizarse “conservando con el paso del tiempo una gran frescura y actualidad”.
El Pontífice remarcó que la renovación de la Iglesia depende en gran parte del compromiso de los sacerdotes y de su vínculo con Cristo. Por eso, invitó a que estos decretos no queden solo como un recuerdo, sino que sigan guiando la vida pastoral actual.
Uno de los puntos centrales del mensaje es la importancia de la formación continua de los sacerdotes. El Papa explicó que la preparación no debe terminar cuando se sale del seminario, sino que se debe ser continua y permanente, “de modo que constituya un dinamismo de constante renovación humana, espiritual, intelectual y pastoral”.
En este contexto, León XIV reconoció la crisis de confianza que atraviesa la Iglesia Católica a raíz de los abusos cometidos por algunos miembros del clero. También se refiere a los sacerdotes que, después de varios años, deciden dejar el ministerio, y pide que estas situaciones sean miradas con "atención y compasión”.
Además, llamó a fortalecer una Iglesia más participativa, donde sacerdotes, diáconos y laicos compartan responsabilidades. En ese sentido, señaló que el camino de la sinodalidad busca una Iglesia más cercana a la gente y menos centrada en una sola figura de autoridad.
“En una Iglesia cada vez más sinodal y misionera, el ministerio sacerdotal no pierde nada de su importancia y actualidad, sino que, por el contrario, podrá centrarse más en sus tareas propias y específicas”, dijo el Pontifice.
Al hablar de la misión, León XIV recordó que el sacerdocio está al servicio de los demás y advirtió sobre dos "tentaciones” actuales: medir el valor del sacerdote solo por la cantidad de actividades y proyectos que realiza y, por otro lado, encerrarse en sí mismos.
Finalmente, el Papa expresó su deseo de que este aniversario de los decretos impulse nuevas vocaciones sacerdotales y agradeció a los laicos.
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