La inquietante hipótesis de un científico de Harvard sobre el cometa 3I/Atlas: "Nave alienígena"
Avi Loeb generó debate al sugerir que podría no ser un cometa común, sino un objeto artificial de origen extraterrestre; la respuesta de la comunidad científica.
El cometa 3I/Atlas, visitante interestelar que surca nuestro Sistema Solar en una trayectoria y comportamiento nunca antes vistos, está generando un auténtico estado de alerta entre la comunidad científica internacional.
El motivo central de esta preocupación recae en una fecha clave: el próximo 29 de octubre, momento en que el cometa alcanzará su perihelio, es decir, el punto de máxima aproximación al Sol, situándose a unos 210 millones de kilómetros de nuestra estrella y disparando numerosas interrogantes sobre su origen y naturaleza.
Esta anomalía sorprendió a los astrónomos y llevó al astrofísico de Harvard Avi Loeb a plantear hipótesis extraordinarias. “El objeto es una nave espacial alienígena que está desacelerando”, escribió, al sugerir que la anti-cola sería un mecanismo de “empuje de frenado” que, una vez completado, daría lugar a una cola convencional. Según Loeb, esta transición constituye un evento tipo “cisne negro”, inesperado y de alto impacto para la astronomía.
El científico israelí-estadounidense, ya había generado polémica en 2019 al proponer que ‘Oumuamua, el primer objeto interestelar detectado, podría tratarse de una sonda enviada por otra civilización.
Cabe destacar que el 3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar que fue detectado por un equipo de astrónomos. El hallazgo ocurrió en agosto en el observatorio de Chile y los especialistas confirmaron que no representa un riesgo de impacto para la Tierra. Destaca por su composición química inusual y su comportamiento atípico frente al Sol. Su anti-cola estaba formada principalmente por dióxido de carbono y agua, con trazas de cianuro y una aleación de níquel nunca vista en la naturaleza, sino utilizada en procesos de fabricación humana. Esta combinación de elementos no solo genera debates sobre su origen, sino que lo convierte en un objeto excepcional dentro del grupo de cometas interestelares.
Otro rasgo sorprendente es la actividad del cometa a grandes distancias del Sol. Mientras otros cometas permanecen inactivos lejos de la estrella, 3I/ATLAS ya liberaba gases y partículas, lo que sugiere que su superficie tiene zonas activas extensas o materiales volátiles distintos a los esperados.
La polarización de la luz que refleja es también extrema: estudios recientes muestran una rama negativa profunda, algo nunca observado en otros cometas con esta combinación de ángulo de fase. Loeb señaló que “esta anomalía de polarización pone de relieve que 3I/ATLAS es diferente de los objetos interestelares previos”.
En cuanto a su trayectoria, 3I/ATLAS sigue una órbita hiperbólica, confirmando su origen interestelar. Sin embargo, su alineación casi perfecta con el plano de la eclíptica y ciertos acercamientos calculados a Venus, Marte y Júpiter llevaron a Loeb a plantear que esta disposición orbital podría facilitar la llegada de una nave extraterrestre a la Tierra, en concordancia con su concepto de “modestia cósmica”, que critica la idea de que los humanos estén solos en el universo.
“La baja inclinación retrógrada ofrece diversas ventajas a una Inteligencia Extraterrestre (IET), ya que le permite acceder a nuestro planeta con relativa impunidad”, destacó el astrofísico.
Recientemente, en un artículo publicado, Loeb destacó que el 3I/ATLAS muestra un patrón de brillo que no puede explicarse únicamente por la reflexión de la luz solar o la liberación de gas típica de los cometas. Además, la falta de una cola cometaria convencional y la presencia de una extensión luminosa en la parte frontal del objeto, en lugar de en la parte posterior como es habitual en los cometas, son características que Loeb interpreta como indicios de una fuente de energía interna, posiblemente nuclear.
La NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos) calificó al 3I/ATLAS como un cometa natural que no presenta características inusuales. Los científicos de la agencia espacial enfatizaron que el objeto se comporta como un cuerpo natural en todas las observaciones realizadas y que no representa una amenaza para la Tierra.
Incluso lo categorizaron como interestelar debido a la forma hiperbólica de su trayectoria orbital, ya que su órbita no sigue una trayectoria cerrada alrededor del Sol. Asimismo, detallaron que se observa claramente que el cometa viene desde afuera del sistema solar. Lo más cerca que se aproximará a la Tierra es alrededor de unos 270 millones de kilómetros y alcanzará su punto más cercano al Sol alrededor del 30 de octubre de 2025, justo dentro de la órbita de Marte.
Los especialistas descartan por completo un riesgo de colisión. El cometa se hará cada vez más brillante a medida que se aproxime al Sol hasta finales de octubre. Será observable con telescopios hasta el próximo año. No hay ninguna razón para sospechar un origen artificial en este caso.
A pesar de las críticas, Loeb defiende su enfoque como una forma de mantener la investigación científica abierta y creativa. En su opinión, la hipótesis de que 3I/ATLAS podría ser una nave espacial no debe descartarse sin una investigación más profunda. Esta postura refleja su enfoque más amplio hacia la búsqueda de vida extraterrestre, que muchas desafía las convenciones establecidas.
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