Felipe del Reino Unido, el príncipe que reinventó su rol

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Iba a ser un papel protocolar, pero el príncipe griego de familia alemana que Isabel II del Reino Unido eligió para casarse decidió reformularlo a su estilo.

El príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca nació en Corfú, Grecia, el 10 de junio de 1921. Un año después abandonó el país después de que sus padres, el príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca (hermano de rey Constantino I de Grecia) y la princesa Alicia de Battenberg (bisnieta de la reina Victoria del Reino Unido), fueran desterrados en medio de la guerra greco-turca que se desarrolló entre 1919 y 1922.

Los años siguientes los pasaría en Francia, Alemania y otros países de Europa, pero nunca volvió a vivir en Grecia. De hecho, sus cuatro hermanas mayores (Margarita, Teodora, Cecilia y Sofía) se casaron con príncipes alemanes y Felipe combatió contra dos de ellos durante la Segunda Guerra Mundial, cuando era oficial de la Marina británica.

Para 1947, cuando llegó a la Abadía de Westminster para casarse con la princesa Isabel, heredera al trono del Reino Unido, el príncipe Felipe ya era ciudadano británico, había sido educado en Alemania y luego en Gordonstoun, Escocia, y había cosechado varias medallas por su desempeño durante la Segunda Guerra Mundial.

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El único detalle para dar el sí fue que tuvo que renunciar a su título como príncipe de Grecia y Dinamarca, y recibió en vez el ducado de Edimburgo de manos de su suegro, Jorge VI. Recién una década después su mujer le concedería nuevamente el título de príncipe, pero del Reino Unido.

Durante sus 73 años de matrimonio con la reina Isabel II Felipe de Edimburgo desarrolló su rol como príncipe consorte. Su tarea empezó en 1953 con la coronación de la monarca, cuando era poco habitual ver a un hombre cumplir el papel de apoyo en vez del protagónico.

Felipe incluso llegó a decir que era "el descubridor de placas con más experiencia del mundo" en una muestra del sentido de humor ácido que más de una vez lo dejó al margen del protocolo diplomático. Con el paso de los años sus escándalos y su lengua afilada se apaciguaron -o se volvieron más sutiles- y el consorte de la reina siempre se abocó a lograr que el resto de la Familia Real siempre dignificara su rol (e hiciera quedar bien a la Reina).

Los años mozos y la infancia atribulada, los comentarios ácidos y los affaires, y hasta las maniobras para asegurar que al menos tres de sus cuatro hijos con Isabel II llevaran su apellido (el príncipe Carlos es Windsor por ser el futuro rey, pero Ana, Andrés y Eduardo son Mountbatten, como él), fueron algunos de los detalles que aparecieron en la serie de Netflix "The Crown", una de las pocas que retrata en particular la historia del príncipe Felipe.

"The Crown" no sólo embelleció la figura de Felipe como la personificación del humor ácido británico sino que también se centró en el compromiso con la Corona (cosa que Isabel II reconoció en público al referirse a él como "constante fuerza y guía"). De hecho, Felipe se retiró de la vida pública a los 96 años, en 2017, tras haber trabajado para más de 800 asociaciones benéficas en lo que fue un cambio de estilo que hizo escuela entre sus hijos y nietos.

De ser un príncipe de Grecia y Dinamarca, exiliado en el Reino Unido y bajo la tutela de su tío, Luis Mountbatten, Felipe pasó a ser el príncipe consorte y duque de Edimburgo, un título que, se especula, podría pasar a su hijo menor, Eduardo, que es el único que es Conde, o Earl, de Wessex en vez de tener ducados como Carlos o Andrés de York.

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, manifestó este viernes que el duque de Edimburgo "ayudó a dirigir la Familia Real y la monarquía para que siga siendo una institución indiscutiblemente vital para el equilibrio y la felicidad de nuestra vida nacional".

"Fue un ecologista y un defensor del mundo natural mucho antes de que estuviera de moda", notó Johnson, quien también señaló que Felipe "dio forma e inspiró las vidas de innumerables jóvenes y, literalmente, en decenas de miles de eventos fomentó sus esperanzas y alentó sus ambiciones".

"Recordamos al duque por todo esto y sobre todo por su firme apoyo a Su Majestad la Reina. No solo como su consorte, a su lado todos los días de su reinado, sino como su marido en más de 70 años", expresó el funcionario.

El premier indicó que se perdió "a una figura pública muy querida y muy respetada", y también subrayó que fue "un esposo devoto y un padre, abuelo y, en los últimos años, un bisabuelo orgulloso y amoroso".

El Partido Nacionalista Escocés (SNP), actualmente en el Gobierno y favorito en las encuestas, acordó con el laborismo y los conservadores cesar las actividades proselitistas, informó el diario The Guardian.

La primera ministra escocesa, la independentista Nicola Sturgeon, afirmó estar "entristecida por la noticia" de la muerte del Duque de Edimburgo, que falleció este viernes a los 99 años.

En principio habrá que esperar a las indicaciones desde el Palacio de Buckingham para conocer cómo será la Operación Forth Bridge (nombre clave del funeral de príncipe Felipe) en tiempos de pandemia.

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