Reino Unido cree que el Papa no intervendrá por Malvinas

Política

El Gobierno de David Cameron dijo no creer que el Vaticano medie en el conflicto territorial. "La Santa Sede es clara en considerar que la cuestión de las islas es de índole bilateral", afirmó el Foreign Office.

El Gobierno del Reino Unido aseguró que no espera que el papa Francisco vaya a intervenir en el contencioso de las Islas Malvinas y recordó que los malvinenses reafirmaron en un referéndum su deseo de ser británicos.

Un vocero del Ministerio británico de Exteriores indicó que "no esperamos que cambie la posición" del Vaticano, en respuesta a la petición al pontífice de la presidenta Cristina Fernández para que interceda en abrir un diálogo entre el Reino Unido y Argentina sobre las Malvinas.

"La Santa Sede es clara en considerar que la cuestión de las islas es de índole bilateral entre naciones soberanas y que no tiene un papel que desempeñar. No esperamos que cambie esa posición", apuntó el portavoz del Foreign Office.

También recordó que, hace una semana, los habitantes de las islas Malvinas reafirmaron en un referéndum que desean seguir siendo británicos, lo que fue apoyado por cerca del cien por ciento de la población.

La respuesta británica se da luego del encuentro que mantuvieron Cristina Fernández y el papa Francisco, en el que, según informó la mandataría luego, la presidente le pidió al Sumo Pontífice que intervenga en el conflicto por la soberanía de las Malvinas "para que el diálogo entre Reino Unido y Argentina pueda llevarse a cabo".

El primer ministro británico David Cameron había rechazado el viernes pasado dichos de Francisco cuando en 2012 durante una misa en conmemoración a los 30 años del conflicto bélico de 1982, el entonces arzobispo porteño manifestó: "Venimos a rezar por aquellos que han caído, hijos de la Patria que salieron a defender a su madre, la Patria, a reclamar lo que es suyo de la Patria y les fue usurpado".

"La fumata blanca sobre las islas fue muy clara", le contestó Cameron en referencia el referéndum en el que los isleños manifestaron su deseo de ser británicos.

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