Enojada por la tasa de exceso dijo que llevaba "una bomba" y terminó imputada
Los dichos de una jubilada activaron un protocolo de seguridad en el aeropuerto y ahora deberá afrontar los gastos del operativo.
El incidente ocurrió el 3 de febrero pasado y terminó en la justicia. El caso fue expuesto por el periodista Omar Lavieri en el portal Infobae. La mujer, que es jubilada, se presentó en el mostrador a las 19.50 y preguntó si podía llevar en la cabina una valija tipo carry on color azul. La empleada de la aerolínea Flybondi pesó la valija y le dijo que debía ser despachada en bodega y eso tenía un costo extra. La mujer aceptó.
Luego la empleada advirtió que tenía dos carteras y una bolsa y que eso excedía la cantidad de equipaje permitido para llevar en la cabina. A la pasajera no le gustó mucho esa idea. Y pidió hablar con alguien de más autoridad que la empleada. Llegó un supervisor que le explicó las normas de la línea aérea para el equipaje de mano. La mujer -no sin antes manifestar su desacuerdo- finalmente aceptó. Entonces tuvo que pagar por otra pieza que fue puesta en la cinta para despachar a bodega. Pagó ambas y siguió con los trámites para despachar su equipaje.
Después que la discusión, la representante de la línea área formuló las preguntas de rigor sobre los objetos prohibidos de llevar en las valijas que se despachan en la bodega de los aviones. La empleada repasó de forma rutinaria: “¿Lleva explosivos, gases, combustibles, aerosoles, sustancias tóxicas, radioactivas, corrosivas?”. La respuesta habitual suele ser: “No”. Pero la señora que iba a Mendoza respondió de manera extraña: “Tengo una bomba en la valija”. La empleada, esperando una respuesta del estilo: “Fue una broma, tengo mi ropa”, repitió la pregunta. “¿Lleva explosivos, gases, combustibles, aerosoles, sustancias tóxicas, radioactivas, corrosivas, etc.?, insistió. “Tengo una bomba en la valija”, volvió a contestar la mujer en una recreación de la mítica escena de "La familia de mi novia" protagonizada por Ben Stiller.
Entonces que se activó el protocolo de actuación en caso de sospechas de explosivos en el Aeroparque. La empleada avisó en la Guardia de Prevención de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Inmediatamente se suspendió el check-in de la línea Flybondi y en otras empresas, se evacuó la zona, y la PSA comunicó la situación a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). Desde allí se solicitó la presencia de los integrantes del Cuartel Aeroparque de los Bomberos de la Policía Federal Argentina y de una ambulancia.
Se le dio intervención al Grupo Especial de Control de Explosivos y Armas Especiales (GEDEX) de la PSA para iniciar el llamado Procedimiento Operativo Normalizado (PON). Un agente -vestido con un equipo especial denominado EOD9A- se acercó a la valija azul y mediante un dispositivo llamado Sabre 5000 buscó si había rastros de explosivos. El resultado fue negativo. El mismo resultado arrojó la revisión del equipaje de la mujer una vez abierto.
Luego de iniciado el operativo, es decir cuando la cosa se puso seria, la mujer intentó explicar que: “Todo es un malentendido”. En el caso interviene el juzgado federal de cargo de Ariel Lijo, quien estaba de turno el 3 de febrero.
La mujer está bajo investigación judicial por el delito de intimidación pública. Según establece el artículo 211 del Código Penal: “Será reprimido con prisión de dos a seis años, el que, para infundir un temor público o suscitar tumultos o desórdenes, hiciere señales, diere voces de alarma, amenazare con la comisión de un delito de peligro común, o empleare otros medios materiales normalmente idóneos para producir tales efectos”.
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