Balvanera: un conductor alcoholizado terminó incrustado contra un semáforo en plena madrugada
Una maniobra fallida y un nivel de alcohol muy por encima del permitido desencadenaron un fuerte choque en la zona de Balvanera durante el feriado.
El comienzo de la mañana feriada en Balvanera se vio alterado por un episodio vial que volvió a poner en debate los riesgos del consumo de alcohol al volante. Un conductor que circulaba por la avenida Callao, acompañado por su pareja, perdió totalmente el control de su Chevrolet y terminó impactando de lleno contra un semáforo ubicado en la esquina con la calle Tucumán.
Según indicaron las autoridades que trabajaron en el lugar, el choque ocurrió durante la madrugada de este lunes, en un momento de poco tránsito pero con las condiciones suficientes para generar un fuerte siniestro. De acuerdo con la información aportada a la Agencia Noticias Argentinas, el propio conductor explicó que avanzaba por Callao cuando una mala maniobra lo hizo desviarse y terminar incrustado contra la estructura metálica.
Aunque en un primer momento intentó dar una versión breve del episodio, rápidamente quedó claro que había un factor decisivo detrás del impacto: el resultado del test de alcoholemia. Personal de tránsito constató que manejaba con 1,63 g/l de alcohol en sangre, más del triple del límite permitido por la legislación porteña.
En el vehículo también viajaba su pareja, quien sufrió algunos golpes producto del impacto. Los profesionales del SAME se acercaron de inmediato y realizaron un control para asegurarse de que no presentara lesiones de gravedad, algo que finalmente fue descartado aunque igualmente debieron asistirla por el estado de shock. La presencia de los médicos permitió estabilizar la situación mientras llegaban los agentes viales convocados por la Unidad de Flagrancia Este, que intervino debido a la infracción evidente.
La escena, registrada por ocasionales testigos que circulaban por la zona a esa hora, dejó al descubierto una vez más el peligro que representa conducir bajo los efectos del alcohol. El semáforo quedó visiblemente dañado y el vehículo terminó con importantes abolladuras en su parte frontal. Más allá de que no hubo heridos graves, el incidente reavivó los cuestionamientos sobre la falta de conciencia en la conducción y la necesidad de reforzar controles en horarios nocturnos y días festivos.
Mientras los peritajes continuaban y se aseguraba el área, el conductor quedó a disposición de las autoridades para determinar las sanciones correspondientes. El caso, que podría derivar en una multa importante y la suspensión del registro, se suma a una larga lista de episodios recientes en los que la alcoholemia vuelve a ser el detonante de choques evitables en la ciudad.
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