Cambio del huso horario en la Argentina: qué dicen y qué recomiendan los especialistas
El cuerpo funciona con un reloj biológico o ritmo circadiano que se sincroniza, principalmente, con la luz del sol, por eso hay que estar atentos al cambio de huso horario.
Cambio del huso horario.
El huso horario es una convención que unifica la hora en vastas zonas geográficas para fines civiles, comerciales y legales. Se define en relación al Tiempo Universal Coordinado (UTC), que se basa en la hora del meridiano de Greenwich.
La Argentina, por su ubicación, debería estar en el huso horario UTC-4, pero actualmente se encuentra en el UTC-3. Esta diferencia de una hora con respecto a su zona geográfica natural es el centro de un debate que se repite periódicamente.
Antecedentes en la Argentina
A lo largo de su historia, la Argentina ha modificado su huso horario en múltiples ocasiones. La mayoría de estos cambios se realizaron con un objetivo principal: el ahorro de energía eléctrica. Durante los veranos, se adelantaba la hora para aprovechar mejor la luz solar en las tardes, reduciendo así la demanda de iluminación artificial.
- El país ha oscilado entre los husos UTC-3 y UTC-4, e incluso en algunos períodos de emergencia energética se llegó a adelantar a UTC-2.
- El último cambio significativo ocurrió en 2009, cuando se decidió que el país se mantendría de forma permanente en el huso UTC-3, abandonando la práctica del horario de verano.
A pesar de esta decisión, el debate resurge cada año, impulsado por proyectos de ley que buscan volver al huso horario UTC-4. Los defensores de esta medida argumentan que ayudaría a sincronizar mejor la jornada laboral y escolar con el ciclo natural del sol, lo que podría tener beneficios en la salud y el rendimiento.
Sin embargo, quienes se oponen señalan que atrasar la hora podría generar un anochecer más temprano y un aumento en el consumo de energía durante las mañanas. La discusión, en definitiva, se centra en encontrar el equilibrio entre la productividad y el bienestar.
Qué dicen los especialistas en Argentina
El neurólogo Daniel López Rosetti explicó en entrevistas previas que “cambiar el horario no es inocuo para el organismo: aunque parezca poco, una hora menos de sueño puede afectar la presión arterial, el rendimiento laboral y la estabilidad emocional”.
Por su parte, la médica clínica Conrado Estol agregó que “los adultos mayores y los niños son los más vulnerables, porque su reloj biológico se desajusta más lentamente. El cuerpo necesita entre 4 y 7 días para adaptarse a un cambio de este tipo”.
Desde el ámbito energético, ingenieros de la UBA remarcan que el ahorro en consumo eléctrico sería “marginal” frente a décadas anteriores, debido al uso masivo de electrodomésticos y aparatos de climatización que dependen menos de la luz solar.
Mientras el debate político y económico sobre el huso horario sigue abierto, los especialistas coinciden en que la prioridad debe ser proteger la salud y el bienestar de las personas, más que perseguir un ahorro energético que hoy es casi insignificante.
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