Cómo es Zangi, el servicio de mensajería que se habría usado para emitir el triple crimen de Florencio Varela
La plataforma, que tiene una particularidad muy especial, habría sido el medio de propagación de las imágenes de la tortura y ejecución de las jóvenes.
Ni TikTok ni Instagram: una tercera red social habría sido la plataforma para emitir el 19 de septiembre pasado el brutal crimen de las tres jóvenes que fueron secuestradas, torturadas y ejecutadas en una casa de Florencio Varela. Se trata de Zangi, una aplicación de mensajería desde la cual se pueden compartir videos.
Mientras tanto Meta como TikTok buscaban esclarecer su posible rol en la difusión de las aberrantes imágenes desde la casa de Florencio Varela, los investigadores policiales y judiciales determinaron que los videos encontrados en el celular de uno de los primeros detenidos podrían haber sido enviados a través de otra plataforma.
Así entró en escena Zangi, una aplicación de origen armenio que está disponible para los celulares con Android o iOS, informó el canal El Doce de Córdoba. El servicio de mensajería opera desde 2013 y tiene una sede física en Silicon Valley, la Meca tech de los Estados Unidos.
Zengi tiene una particularidad que explicaría por qué fue utilizada para mostrarle a un selecto grupo de 45 personas el triple asesinato aleccionador de Lara Gutiérrez, Brenda del Castillo y Morena Verdi: es una aplicación "serverless", es decir, que no utiliza servidores y por lo tanto no almacena los contenidos que son publicados en ella.
Lo que es más, el lema de la aplicación es "Funciona en todas partes" justamente porque sus usuarios ni siquiera tienen que registrar un número de teléfono, como sí ocurre con Whatsapp o Telegram, por ejemplo.
En vez le asigna a cada cuenta un código de 12 dígitos que empieza con 871, lo que complica aún más rastrear a sus usuarios.
Como en Whatsapp, Signal o Telegram, Zangi también tiene sus chats cifrados de extremo a extremo y permite activar opciones para que los mensajes se autodestruyan, y funciona para hacer llamadas por teléfono, videollamadas y para mandar archivos.
Al no tener a "la nube" para almacenar fotos y videos del triple crimen, los miembros de la banda de Tony Valverde Victoriano, alias "Pequeño J", pensaron que no tendrían que preocuparse por los rastros de su operación.
"Esto es lo que le pasa a los que me roban droga", se habría escuchado decir a uno de los verdugos de las jóvenes de Ciudad Evita cuyos cuerpos estuvieron cinco días desaparecidos hasta que personal de la DDI de La Matanza los encontraron en la casa de Florencio Varela.
Sólo 45 personas vieron los asesinatos a golpes de las primas Brenda y Morena, de 20 años, y la tortura de Lara, de 15, a quien le recriminaron el robo de varios kilos de droga.
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