Femicidio de Liliana González: pidieron prisión perpetua para el "descuartizador de la amoladora"

Sociedad

Waldo Servian Riquelme está acusado de asesinar y seccionar a su pareja, Liliana González, en un femicidio ocurrido en 2019 en el Barrio 31 de Retiro.

Un fiscal y la querella en el juicio por el femicidio de Mirtha Liliana González Ayala pidieron prisión perpetua para su pareja, Waldo Servian Riquelme, el denominado "descuartizador de la amoladora", que está acusado de asesinar y seccionar a la mujer en 2019, en el Barrio 31 de Retiro.

Fuentes judiciales informaron esta semana que el pedido de la pena máxima fue formulado por el fiscal de juicio Fernando Klappenbach y el auxiliar fiscal Francisco Figueroa, en el alegato ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 14, que juzga a Servian Riquelme desde el 1 de noviembre en un debate por Zoom.

Servian Riquelme, de 36 años, fue acusado formalmente por los fiscales como autor del "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género" (femicidio) de su pareja González Ayala, de 37.

Los jueces Silvia Estela Mora, Hugo Norberto Cataldi y Domingo Luis Altieri tendrán que decidir la suerte de Servian Riquelme, y de condenarlo a prisión perpetua recién podría pedir la libertad condicional tras pasar 35 años encarcelado, es decir, en 2054.

El acusado, que es de nacionalidad paraguaya, se encuentra detenido en el penal federal de Marcos Paz.

En línea con la fiscalía, la querella de la madre de la víctima también pidió la pena de prisión perpetua por la misma calificación penal.

Los abogados Pablo Rovatti y Victoria Hernández Lehmann, ambos del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delito de la Defensoría General de la Nación, se refirieron a lo "aberrante" que fue el femicidio de González.

En su alegato Rovatti usó el término en inglés "overkill" (en criminalística, un homicidio con excesiva violencia) para describir el "encarnizamiento" que tuvo Servian Riquelme con la víctima, incluso después de la muerte.

"Difícilmente pueda concebirse un caso donde el autor haya dejado impresa de manera más clara la marca de la violencia machista en el cuerpo de la mujer", dijo el abogado querellante.

Las dos partes acusadoras dieron por probado que el femicidio de "Lili" -tal como le decían a la víctima-, ocurrió entre el 15 y el 16 de marzo de 2019 en la vivienda que compartía con Servian Riquelme entre las casas 108 y 112 de la Manzana 110 del Barrio San Martín, del Barrio 31 bis de la Capital Federal.

María Lucía Insfrán Ayala, madre de Lili, afirmó que "este hombre es un doble personaje" y se refirió a la violencia de género que sufría su hija: "Cuando estábamos era muy amable, pero con ella era la otra cara de la moneda", explicó durante el juicio.

"Él planificó matarla", afirmó la madre de la víctima, quien mencionó haber escuchado un audio de WhatsApp donde su exyerno decía: "la voy a matar y me voy a ir cinco años a la cárcel y voy a salir con plata. Y si (los familiares) no me quieren entregar a mis hijos, también los mato".

Servian Riquelma planificó dejar a sus hijos al cuidado de su familia la tarde previa al crimen para estar a solas con la víctima y que la asesinó en el baño, cuando probablemente Liliana estaba bañándose.

La autopsia concluyó que aparte de tener lesiones defensivas en las manos y un fuerte golpe en la cara, la víctima recibió con un arma blanca al menos dos puntazos en la región submentoneana que le ocasionaron una asfixia aspirativa, tras lo cual el asesino seccionó el cadáver en 25 fragmentos con una amoladora y un cuchillo.

Los peritos declararon en el juicio que el descuartizamiento se realizó en el baño, donde el asesino había desmontado el inodoro y el vanitory y que en la bañera se hallaron partes del cadáver, entre ellos la cabeza de González que estaba rapada con signos de ahumamiento en cuero cabelludo y con las orejas amputadas.

También encontraron en la cocina una olla y un horno eléctrico donde, según la acusación, fueron sometidos a cocción algunos restos que aparecieron en un fuentón junto a un perro, en la parte superior de la vivienda.

Al declarar en el juicio vía Zoom y desde Paraguay, Insfrán Ayala le dijo al tribunal que su exyerno "le tendió una trampa" a su hija "para matarla", que hacía años que la mujer era "víctima de violencia de género", que por más que seguían conviviendo estaban separados de hecho y que ella planeaba dejarlo como ya había intentado hacerlo unos años antes.

El primer día del juicio, Servian Riquelme se negó a declarar ante el TOC 14 y solo se limitó a dar algunos datos personales como su nombre completo y su fecha de nacimiento, y cuando le preguntaron por su estado civil, respondió sin inmutarse: "Ahora, soltero".

El acusado logró permanecer 50 días fugitivo desde que horas después del crimen huyó en micro a Misiones y de allí cruzó a Paraguay, su país natal, donde finalmente se entregó el 31 de octubre, fue extraditado a nuestro país y ahora está preso en el penal de Marcos Paz.

El juicio continuará el próximo lunes a las 14.30, cuando alegue su abogado, José Vera, quien centrará su exposición en la imposibilidad de que su cliente sea condenado a prisión perpetua, una de las condiciones del tratado con Paraguay que permitió su extradición para este juicio.

(Línea 144: atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género. Por WhatsApp: +5491127716463).

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