Festejos de Navidad: 18 personas heridas por pirotecnia en la Ciudad
Durante la Nochebuena y la madrugada del 25 de diciembre se registraron múltiples atenciones médicas por el uso de fuegos artificiales, con niños y adolescentes.
Los festejos por la Navidad volvieron a dejar un saldo preocupante en la Ciudad de Buenos Aires: al menos 18 personas resultaron heridas como consecuencia del uso de pirotecnia, según informaron fuentes oficiales a la Agencia Noticias Argentinas. Los casos se registraron entre la noche del 24 y las primeras horas del jueves 25 de diciembre, y obligaron a reforzar la atención en hospitales y centros especializados.
De acuerdo con el relevamiento difundido, desde la noche del martes y hasta las 7 de la mañana del jueves, el Instituto Oftalmológico Pedro Lagleyze asistió a 10 pacientes con lesiones vinculadas a fuegos artificiales. En todos los casos se trató de cuadros ambulatorios, aunque las autoridades remarcaron que las lesiones oculares suelen tener consecuencias que pueden agravarse con el paso del tiempo, incluso cuando no requieren internación inmediata.
Por su parte, el Hospital Santa Lucía atendió a otros siete pacientes. Uno de ellos debió ser sometido a una intervención quirúrgica por lesiones consideradas menores, mientras que el resto no necesitó internación. En tanto, el Hospital de Quemados informó la atención de una menor de edad con heridas leves, lo que volvió a poner el foco en el impacto de la pirotecnia sobre niños, niñas y adolescentes.
Cada año, con la llegada de la Navidad y el Año Nuevo, el debate se repite. El uso de pirotecnia sigue generando consecuencias que exceden el momento del festejo. Si bien en los últimos años se registró una disminución en su utilización y una mayor conciencia social sobre los efectos negativos del estruendo —especialmente en personas neurodivergentes, con hipersensibilidad auditiva, mascotas y el entorno—, los números confirman que el riesgo persiste.
La Sociedad Argentina de Pediatría advierte que no existe la pirotecnia segura. Una mala manipulación o un error mínimo pueden derivar en lesiones graves, no solo para quien enciende el artefacto, sino también para terceros. De hecho, uno de cada cuatro heridos por pirotecnia son simples espectadores que se encontraban cerca de alguien que decidió usarla.
Las estadísticas son contundentes: el 50% de las personas lesionadas por pirotecnia son menores de edad, y el grupo con mayor incidencia se ubica entre los 10 y los 15 años. El disfrute de una noche festiva puede transformarse en segundos en una urgencia médica, una cirugía o un daño irreversible, una realidad que vuelve a quedar expuesta cada 25 de diciembre.
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