¿Qué es un ambiente "inteligente" y por qué conviene tenerlo en casa u oficina?

Sociedad

Son sinónimo de ahorro energético, comodidad y seguridad, y con una inversión inicial se puede ahorrar hasta un 30% en las facturas de los servicios.

En días en que se imponen la oficina virtual o el régimen mixto de presencialidad y teletrabajo cada vez más gente busca adecuar sus hogares a sus nuevas necesidades: desde una mejor conexión a internet y muebles ergonómicos hasta un uso sustentable del agua o la electricidad para evitar el derroche poco ecológico o una suba en los gastos en servicios.

Con esto en mente empezaron a ofrecerse opciones para volver "inteligentes" a los hogares y las oficinas.

"El sentido de automatizar un espacio, ya sea una casa u oficina, pasa por lograr la inteligencia artificial de ese lugar. Es decir, que el sistema pueda funcionar de forma autónoma sin depender de nuestra intervención a cada momento", explicó Sebastián Ikonicoff, CEO de Life2Better.

"De esta manera y gracias a los constantes avances tecnológicos en base a los cuales trabajamos, podemos sentirnos más seguros y confortables al tiempo que ahorramos en ciertos servicios como la luz, el agua o el gas, puesto que todo está siendo medido y controlado por nuestros domos y sensores", agregó.

"Con un sistema de automatización podemos controlar todos los equipos conectados a una red eléctrica. Por ejemplo, es habitual dejar encendidos sin necesidad un montón de artefactos que consumen energía: el termotanque eléctrico no tiene ninguna necesidad de mantener caliente la temperatura si durante 8 horas nadie lo va a usar", señaló Ikonicoff.

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La misma lógica corre para los equipos que quedan encendidos en modalidad "stand by", que se pueden desactivar para bajar hasta el 5% del gasto en electricidad. "En total, se puede ahorrar hasta un 30% del consumo energético en un espacio inteligente", aseguró el CEO de Life2Better.

Con la pandemia más controlada creció la demanda de oficinas automatizadas en las que haya una ventilación cruzada y el personal no necesite tocar teclas, picaportes ni botones para moverse por el ambiente.

También existen mecanismos para avisar cuando alguien tiene una temperatura superior a la considerada "segura", o que anuncian cuando la cantidad de personas en dicho ambiente son las adecuadas o si hay una pérdida de gas o de agua.

Si para las oficinas es un plus, para los hogares también tiene aplicación, desde monitorear movimientos en una casa hasta "cosas tan mínimas e importantes como que se enciendan las luces cuando van al baño para evitar accidentes domésticos".

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Ikonicoff explicó que con la inteligencia artificial la casa "aprende" cuáles son las costumbres, movimientos y necesidades de quienes la habitan "y ya sabe qué programar ante una mínima palabra", desde el encendido de las luces del jardín o del baño hasta la selección de una playlist de música para una cena con amigos.

"En nuestro caso, una instalación de FIBARO, que es el sistema con el cual trabajamos, es totalmente no invasiva", señaló Ikonicoff. Sólo hace falta instalar los actuadores en las cajas de luz, mientras que los sensores son inalámbricos.

"Son dispositivos 'plug and play', que nos permiten realizar instalaciones en casas en uso o nuevas y aprovechar el equipamiento que haya sin tener que invertir en nuevos", explicó.

"Hoy poner un sistema inteligente incluyendo una cerradura digital en un departamento de 50 m2 difícilmente supere los US$ 1500 más IVA al valor oficial. Es una inversión rentable por dos razones: se puede ahorrar hasta un 30% en las facturas de gas, energía eléctrica y agua; por una parte, y por otra, suman valor a cualquier propiedad a la hora de venderla o alquilarla", convino.

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