La historia del estudiante argentino elegido entre los diez mejores del mundo

Sociedad

Gastón Díaz tiene 17 años y es uno de los diez finalistas para ganar el Globar Student Prize.

Un argentino fue seleccionado entre los diez finalistas del Global Student Prize 2025, un reconocimiento internacional que premia al “mejor estudiante del mundo” con 100.000 dólares. Su nombre es Gastón Díaz, tiene 17 años y es alumno del Instituto Santa Faz, un colegio católico y privado de Lanús al que asiste desde el jardín de infantes.

El adolescente, que es el único representante de América Latina entre los finalistas, se destaca ampliamente en el ámbito tecnológico y hasta llegó a crear un proyecto reconocido por empresas como Microsoft y Amazon.

Sin embargo, hoy en día resalta la importancia de la lectura, la meditación y una premisa que mantiene firme: “No me conformo con lo que sé ni con lo que hago”, según resumió él mismo.

gaston diaz

Desde muy chico siempre fui muy inquieto, me movía mucho, me gustaba hacer mucho. No era bueno en el colegio. En primario no contaba bien los números y ahí empecé con un montón de problemas en matemática. Yo creo que eso me marcó", reconoció Gastón en diálogo con Infobae. Fueron justamente esos problemas matemáticos los que durante un verano calmaron su aburrimiento y desde entonces comenzó a explorar en diferentes actividades.

En ese sentido, el adolescente, a diferencia de varios de su edad, resaltó la importancia del aprendizaje a través de los libros y los límites a la hora de usar el celular o la computadora: “Me acuerdo que no podía usar la tablet o jugar a la play más que una hora por día. Desde muy chico mis padres fomentaron la lectura. A mí no me gustaba tanto la literatura, pero después me empezó a gustar, sobre todo leer biografías y ese tipo de cosas más ‘reales’ o puntuales”, recordó.

Díaz creó una aplicación de marketing digital capaz de identificar señales de compra a partir del comportamiento de los consumidores, coescribió una ley de alfabetización financiera y tecnológica juvenil implementada en más de 70 ciudades argentinas, y obtuvo una medalla por sus conocimientos en geometría en la Olimpíada Matemática Argentina.

Además, se desempeña como voluntario, dando clases a alumnos de escuelas primarias de barrios vulnerables sobre prácticas de lenguaje y matemáticas.

Respecto al futuro, tomando en cuenta su pasión por la programación y la robótica, adelantó: “Me gustaría usar la tecnología para generar soluciones de impacto en las masas. Lo orientaría hacia el lado de emprendedor tecnológico”.

En cuanto a qué haría con el premio en caso de ganar, explicó: “Me gustaría utilizar el financiamiento para clases de tecnología, programación y robótica para jóvenes, especialmente para aquellos que hoy no tienen acceso. Y me parece fundamental complementar estas clases con formación en emprendimiento, para que ellos puedan aplicar sus conocimientos tecnológicos y crear soluciones para sus compañeros".

Embed

Dejá tu comentario