Condenan a 35 años de prisión al "sátiro de la pollera roja"

Sociedad

La Justicia de Quilmes lo encontró culpable del abuso sexual de ocho mujeres.

La Justicia de Quilmes condenó a 35 años de prisión a un hombre acusado de violar a unas doce mujeres, conocido como "el sátiro de la pollerita roja".
Se trata de Guillermo Casero, quien ya había estado preso por violación y asesinato y tras ser liberado abusó sexualmente de al menos doce mujeres en el Conurbano, aunque se lo condenó por ocho de los cargos.
"Agradezco a los jueces la pena que se le dio, a mí me parece perfecto si la condena se cumple a rajatabla y sin beneficios", indicó la madre de una de las víctimas.
La sentencia la dictó el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Quilmes por el delito de "abuso sexual con acceso carnal agravado por el empleo de armas reiterado en ocho ocasiones".
En tanto, el fiscal Sebastián videla se mostró conforme con el fallo y dijo que las "grandes protagonistas" del debate fueron las víctimas que aportaron su "testimonio desgarrador".
"El veredicto ha sido condenatorio, entendíamos que 50 años se ajustaba al grado de culpabilidad por el hecho cometido, pero de todos modos el fallo nos deja conformes", dijo el fiscal a la prensa tras la sentencia.
Según Videla, el fallo "implica la imposición de una pena privativa de la libertad durante muchos años y, también, teniendo en cuenta las restricciones por ser reincidente, implica el cumplimiento de la pena sin el beneficio de la libertad condicional".
Por otro lado, Videla afirmó que "las grandes protagonistas" del juicio oral fueron las víctimas.
"Hemos podido contar con el testimonio desgarrador de siete de las ocho víctimas. La restante, por haber sido menor de edad al momento del hecho, declaró en Cámara Gesell y su relato se
incorporó a través de un audiovisual", explicó.
Asimismo, indicó que "había múltiples indicios" que llevaron a la condena al acusado, especialmente "un modus operandi muy particular".
"Atacaba a sus víctimas en una tanda horaria muy particularizada, tenía un rango de edad de las víctimas muy claro y la zona geográfica donde actuaba era parte del mismo modus operandi", aclaró.
Además, precisó que "el abordaje del violador a sus víctimas se hacía siempre del mismo modo: a mano armada. Y siempre actuaba a bordo de una bicicleta".
"También pudimos demostrar, por medio de un croquis, lo que los especialistas denominan el 'pasillo de seguridad', es decir, que los abusos se suceden en cercanías del domicilio o de su lugar de trabajo, zona que es conocida por el atacante, donde se siente seguro y donde, sobre todo, maneja los lugares de ocultamiento o escape", dijo el fiscal.
Finalmente, Videla recordó que las ocho víctimas "reconocieron al condenado en rueda de presos durante la etapa de instrucción".

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