Hallaron restos de disparos en la ropa del ladrón asesinado por el jubilado de Quilmes

Sociedad

Para la defensa de Jorge Ríos, el herrero jubilado que se defendió a los tiros de un robo en su casa de Quilmes en julio, "no hay signos de disparo apoyado".

Era pleno invierno y la cuarentena todavía tenía a la mayor parte de la población del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) confinada en sus hogares. En ese contexto cinco hombres entraron a robar a una vivienda de Quilmes Oeste y golpearon y amenazaron con un destornillador al dueño de casa, quien a su vez se defendió a los tiros y mató a uno de ellos.

El final de la secuencia quedó registrado por una cámara de seguridad en la madrugada del 17 de julio. En el video se puede ver a Jorge Ríos, un herrero jubilado de 72 años, cuando corre a tiros a los delincuentes, entre ellos a Martín Moreyra, de 26, el único que murió en el episodio.

En la autopsia se determinó que Moreyra recibió dos balazos, uno en el tórax y otro en la región abdominal, que fue fatal. En paralelo la ropa del hombre fue sometida a dos peritajes.

Las primeras pruebas se hicieron en septiembre, cuando el Ministerio Público Fiscal (MPF) de Lomas de Zamora se encargó de un peritaje balístico que determinó que Ríos disparó "a una distancia superior a los 50 centímetros". En ese estudio "no se observaron restos de pólvora, ahumamiento o quemaduras" producidas por un arma de fuego en la ropa de Moreyra.

Pero recién esta semana se sumó el informe de 12 páginas de los peritos de la División Microscopia de Barrido Electrónica de la Superintendencia de la Policía Científica, con sede en La Plata, al que accedió Télam.

Para el informe reciente se volvieron a analizar una campera verde y otra azul, una camiseta de mangas largas y otra de mangas cortas, todas ellas con cuatro oficios y manchas de color pardo-rojizo; un pantalón de jean, una bufanda y un par de zapatillas.

Los expertos buscaron en las prendas rastros de plomo, bario y antimonio, metales que si se hallan fusionados demuestran que son residuos de la deflagración de disparo de arma de fuego: los resultados fueron positivos en 3 orificios de la campera verde, en uno de la azul, en la misma cantidad en las camisetas y en zapatillas; y negativo en el pantalón y la bufanda.

Según el abogado defensor de Ríos, Marino Cid Aparicio, el resultado del segundo peritaje no es tan importante porque la ropa analizada "estaba contaminada" ya que fue entregada a los expertos "toda junta y revuelta".

De todos modos consideró que el estudio prueba que "no hay signos de disparo apoyado", lo que significa que el jubilado no mató al ladrón a quemarropa.

Además, a fines de octubre el Área de Imagen Forense del Instituto de Ciencias Forenses e Investigación Criminal del Ministerio Público Fiscal en Lomas de Zamora determinó tras analizar el video que "todos los disparos fueron efectuados adentro de la casa", lo que contribuye a la hipótesis de Cid Aparicio sobre la legítima defensa ejercida por Ríos.

Cid Aparicio sugirió que las tres vainas halladas junto al cuerpo de Moreyra pudieron haber sido "plantadas" por el personal policial que trabajó en la escena. El abogado también adelantó que pedirá el sobreseimiento de Ríos porque se trató "de una legítima defensa privilegiada".

Por el robo y las torturas a Ríos fueron detenidos e imputados David Ezequiel Córdoba (25), Cristian Chara (23), Martín Ariel Salto (27) y Claudio Dahmer (27), los compañeros de banda de Moreyra.

El fiscal de la causa de Ríos, Ariel Rivas, procesó al jubilado sin prisión preventiva por el delito de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego", que prevé una pena de hasta 25 años de prisión.