El director del hospital en donde murió Lara aseguró que la joven "tuvo una cama y fue atendida"
El doctor Francisco Villano confirmó que solo tenía dos camas críticas libres y que en la ciudad en total hay cuatro.
La muerte de Lara Arraguiz, de 22 años expuso el colapso que atraviesa el sistema sanitario en la ciudad de Santa Fe en medio de la segunda ola de coronavirus: la joven estuvo días acostada en un pasillo en el Hospital Iturraspe esperando ser atendida en la guardia.
Tras conocerse la difusión de la imagen de la joven, el director del nuevo efector del norte de la ciudad, Francisco Villano, reconoció las limitaciones del sistema de salud que se encuentra saturado ante la alta demanda, pero destacó que a pesar de esto "Lara tuvo una cama, fue atendida y estuvo en una institución pública en atención".
"Yo no se si el paciente es covid o no covid y si el que estuvo antes era también covid o no. No hay que mezclar esas situaciones. Un sector covid para volver a ser utilizado necesita una higiene que en el caso de una camilla lleva entre 15 minutos y media hora; y para una habitación es de dos horas para que pueda ingresar un sospechoso que puede ser no covid", detalló en diálogo con Aire Santa Fe.
Ante esta respuesta, Claudia Sánchez, la mamá de la joven insistió que durante el tiempo de espera en el efector la camilla no fue desinfectada. El director del hospital reconoció que "todo es perfectible", que hay protocolos que están escritos y se deben respetar y prefirió no entrar en una polémica. "Quizá uno tiene una visión personal, y hay cosas que se hacen en el hospital muy bien", agregó.
Villano admitió las limitaciones del sistema sanitario en medio de la pandemia, pero aclaró que la joven fue atendida. "Puede ser que hayamos fallado y si fallamos hay que corregir. Pero Lara tuvo su cama, fue atendida y estuvo en una institución pública en atención", sentenció.
Sobre las demoras en la atención en el efector, Villano explicó que hoy la guardia del Iturraspe atiende 250 consultas diarias -entre pediátricas y de adulto-, de las cuales el 25% son pacientes febriles respiratorios con síntomas de covid, por lo cual se transforman en pacientes sospechosos. "Más de 50 a 60 pacientes diarios hay que evaluar de forma exhaustivas y tratar de no mezclarlos con otras áreas de pacientes, un protocolo que hace que el trabajo se muy intenso", indicó.
Además señaló que hoy, el 60% de los pacientes de terapia mueren y que nunca vieron algo igual.
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