Agredieron a Tigre y consagraron campeón a San Pablo

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La policía amenazó a los futbolistas del Matador en el entretiempo, que no disputaron la segunda parte. Las autoridades finalizaron el partido y le dieron el título a los brasileños, que ganaban 2-0.

Los futbolistas de Tigre fueron agredidos por fuerzas de seguridad y personal civil en el estadio Morumbí y decidieron no salir a jugar el segundo tiempo. En consecuencia, la Conmebol decidió la finalización de la final de la Copa Sudamericana, y San Pablo, que ganaba 2-0, se consagró campeón.

La policía brasileña y la seguriad privada del San Pablo emboscó a los futbolistas de Tigre cuando ingresaban al vestuario tras el primer tiempo.

Según el testimonio del plantel argentino, las fuerzas de seguriad golpearon a varios futbolistas, entre ellos a Damián Albil, Martín Galmarini y Rubén Botta.

Néstor Gorosito, técnico de Tigre, aseguró que "patovicas agredieron a los jugadores" y uno de los brasileños "le apuntó con un arma a Albil" [Damián, el arquero].

Las autoridades y el árbitro, en una decisión polémica, decidieron no suspender el partido y darlo por finalizado, en consecuencia el San Pablo se coronó campeón de la Copa Sudamerica.


      Incidentes en el Morumbí

Así se desarrolló el primer tiempo:

Tigre tuvo un comienzo alentador porque evitó que el San Pablo se acercara en contra su arco. La presión que ejerció en el mediocampo fue fundamental para controlar las acciones de su poderoso rival.

El Matador generó la primera situación de gol del partido. Rubén Botta ingresó al área por la izquierda y remató con la pierna derecha. Un buena tapada de Rogerio Ceni evitó la apertura del marcador.

Pero San Pablo demostró su categoría en un ráfaga de cinco minutos. A los 22, Lucas Moura definió de zurda tras alcanzar un rebote en el area y, a los 27, Osvaldo definió con una gran categoría al picar la pelota por encima del cuerpo del arquero Damián Albil.

A Tigre le costó recuperarse de la desventaja cuando estaba realizando un buen primer tiempo. Sin embargo, el equipo de Gorosito no se desesperó e intentó ir por más, pero se encontró con un San Pablo bien parado, que se replegó aunque sin entregar espacio defensivos.

El equipo brasileño empezó a manejar con tranquilidad, y se permitió algunos lujos innecesarios que enojaron a los jugadores de Tigre. Entonces, el clima del partido se calentó, e incluso, en el final de la primera mitad, hubo un par de empujones y manotazos entre los futbolistas.


      Tigre vs. San Pablo - Fox Sports


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