Flamengo se queda corto: pocos hinchas para un partido histórico ante Racing en Copa Libertadores
El Mengao no logró agotar las 4000 entradas disponibles para la semifinal y sorprendió con una convocatoria muy por debajo de su fama de multitudinario.
Sorprendió, y mucho. Flamengo, uno de los clubes con más hinchas de América y acostumbrado a mover multitudes en cada viaje internacional, apenas vendió 2800 de las 4000 entradas asignadas para el duelo decisivo ante Racing en Avellaneda. La cifra, que representa un 70% del cupo disponible, encendió la polémica en Brasil y en Argentina: ¿cómo puede ser que un gigante como el Mengao, a un paso de una nueva final de Copa Libertadores, no haya agotado su tribuna visitante?
La expectativa era enorme. El Mengao llega con ventaja en la serie tras ganar 1-0 en el Maracaná y tiene todo para dar el golpe en el Cilindro. Sin embargo, el entusiasmo en la previa parece haberse diluido. El golpe sufrido el fin de semana ante Fortaleza, que le costó el liderazgo en el Brasileirao, dejó heridas anímicas. Pero aun así, se esperaba otra respuesta de su gente, acostumbrada a llenar estadios incluso en escenarios mucho menos favorables.
En Río de Janeiro intentaron justificar la baja demanda con el precio de los pasajes y las dificultades logísticas para llegar a Buenos Aires en medio de una agenda apretada. Sin embargo, lo cierto es que para una semifinal de Libertadores, la cifra suena escasa. En los últimos años, Flamengo se caracterizó por copar cada estadio del continente: en Montevideo, Lima, Guayaquil o Santiago, su hinchada fue masiva. Esta vez, la postal será diferente.
La recomendación de Flamengo a sus hinchas para ir al Cilindro
El propio club emitió un comunicado en redes sociales con recomendaciones de seguridad para quienes viajen al país. “La Policía argentina solo escoltará autobuses y furgonetas. Recomendamos evitar los autos particulares”, advirtió la institución, que fijó un punto de encuentro en Puerto Madero para organizar el traslado de los hinchas hacia Avellaneda.
Si bien el objetivo es prevenir incidentes, el tono del mensaje refleja cierta cautela, como si el foco estuviera más puesto en la seguridad que en la fiesta.
En tiempos donde la pasión suele medirse también en kilómetros recorridos, la baja asistencia de Flamengo deja una sensación extraña: la del gigante que, justo cuando más debía mostrar su peso, decidió quedarse corto.
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