La desazón de Franco Armani tras la derrota ante Talleres: casi entre lágrimas en Asunción
El arquero de River fue la gran figura del equipo, pero su esfuerzo no alcanzó para evitar la caída ante la T en la Supercopa Internacional.
River no tuvo su mejor noche en la final ante Talleres de Córdoba en Paraguay, y la derrota en la tanda de penales de la Supercopa Internacional dejó a varios jugadores golpeados anímicamente. Entre ellos, Franco Armani, quien fue una de las figuras del encuentro y tuvo un desempeño destacado tanto en los 120 minutos como en la definición desde los doce pasos.
Sin embargo, el esfuerzo del arquero no fue suficiente y la caída fue un golpe difícil de asimilar. Desde el inicio del partido, el capitán del equipo Millonario se mostró seguro y respondió cada vez que el equipo lo necesitó. La jugada más destacada la protagonizó en el final del tiempo reglamentario, cuando evitó un gol de Bebelo Reynoso con una gran atajada que mantuvo el 0-0 en el marcador.
Luego, en la tanda de penales, volvió a ser determinante como nunca: tocó el remate de Mosqueira, que igualmente terminó en gol, y detuvo dos disparos, pero no alcanzó para que el club de Núñez lograra el título. Tras la derrota, se pudo ver al arquero visiblemente afectado.
Mientras algunos compañeros intentaban consolarlo, él permanecía cabizbajo, llevándose las manos a la cabeza en varias ocasiones. En un momento, sus ojos parecían humedecerse, reflejando la impotencia de haber estado tan cerca de la victoria sin poder conseguirla.
A pesar de haber sido señalado en otras ocasiones por su rendimiento en definiciones por penales, esta vez fue de lo mejor del equipo. Sus atajadas mantuvieron con vida a sus compañeros hasta el final, pero la falta de efectividad de estos terminó sentenciando la historia.
En especial, los fallos de Facundo Colidio y Manuel Lanzini en los últimos dos remates fueron determinantes para que el conjunto cordobés se quedara con la consagración.
En la conferencia de prensa posterior al partido, Marcelo Gallardo analizó la derrota y coincidió en que el equipo estuvo lejos de su mejor versión: “No hay excusas. Hubo tres obstáculos: el rival, el clima y nosotros mismos. Nos faltó energía para afrontar una final como esta”.
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