La esposa de Edgardo Bauza habló sobre la salud del ex entrenador: cómo enfrentan su enfermedad
Maritza Gallardo contó cómo es la vida cotidiana junto a Edgardo Bauza, diagnosticado con demencia frontotemporal, y la decisión de hacer público su proceso.
A cuatro años de haber dejado la dirección técnica, Edgardo “Patón” Bauza atraviesa una dura batalla contra una demencia frontotemporal, enfermedad neurodegenerativa que lo alejó del fútbol. Su esposa, Maritza Gallardo, relató cómo cambió la vida familiar desde el diagnóstico y explicó por qué decidieron hacer público el proceso para generar conciencia.
La pareja del experimentado entrenador brindó una emotiva entrevista al diario ecuatoriano Expreso, en la que compartió detalles sobre cómo viven el día a día y el impacto que el diagnóstico tuvo en toda la familia: “Al principio fue un shock. Nunca piensas que una persona tan joven y saludable va a pasar por esto. Con los años uno pasa del desconcierto a la aceptación. Recién ahí entendí que era necesario hablarlo en voz alta”, expresó visiblemente movilizada.
Según contó en esta charla, los primeros síntomas aparecieron con pequeños olvidos y cambios de personalidad que inicialmente atribuyeron al estrés. Sin embargo, los estudios médicos confirmaron el diagnóstico.
La esposa de Edgardo Bauza habló sobre la salud del ex entrenador
La familia Bauza reorganizó su vida para acompañar al ex entrenador. Su hijo menor, Nicolás, de 11 años, convive a diario con él, mientras que los mayores lo visitan con frecuencia. Aunque Bauza ya no puede comunicarse verbalmente, su esposa destacó que “siempre está de buen humor” y que “vive en paz, rodeado de amor”.
“Recibe nuestro cariño todos los días. Eso nos da serenidad. Aprendimos a valorar la presencia, más que las palabras”, contó Maritza en la entrevista que llevó mucha tranquilidad a los fanáticos. La familia también reflexionó sobre el estigma social que rodea a las enfermedades neurodegenerativas y la soledad de los cuidadores, insistiendo en la necesidad de hablar y compartir experiencias.
En los últimos meses, Bauza recibió varios homenajes que emocionaron a su entorno. Durante la Noche Blanca de Liga de Quito, club con el que conquistó la Copa Libertadores 2008, fue ovacionado por miles de hinchas en un momento de profunda conexión. Además, el Centro de Alto Rendimiento de Pomasqui fue renombrado con su nombre como símbolo de reconocimiento.
“Saber que cada vez que alguien vaya allí verá su nombre es muy emocionante. Es una forma de mantener viva su huella en el club”, expresó su esposa.
Tras aquel homenaje, la Fundación Trascender con Amor, Servicio y Excelencia (TASE) propuso a la familia participar en un documental titulado “La cima de la vida – El valor de la memoria”, que muestra la vida cotidiana del Patón y busca concientizar sobre las enfermedades neurodegenerativas. “Su aporte ayuda a romper el estigma que rodea a estas patologías”, destacó Cristina Calderón, presidenta de la fundación.
Edgardo Bauza dejó una marca indeleble tanto como jugador como entrenador. Debutó en Rosario Central en 1977, donde fue campeón y se convirtió en uno de los defensores más goleadores del mundo. También vistió las camisetas de Junior de Barranquilla, Independiente y Veracruz, y fue parte del plantel argentino subcampeón en Italia 1990.
Como técnico, alcanzó la gloria con Liga de Quito (Libertadores 2008, Recopa y títulos locales), San Lorenzo (Libertadores 2014) y Rosario Central (Copa Argentina 2018). Además, dirigió a la Selección Argentina, Sao Paulo y los seleccionados de Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita. Su retiro en 2021 marcó el final de una carrera excepcional, pero su legado permanece intacto tanto en los clubes que condujo como en el corazón de los hinchas.
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