La frase viral de Gustavo Alfaro sobre Paraguay en la previa de las Eliminatorias: "Me hizo daño"
El entrenador argentino reveló que dirigir a la Albirroja lo hizo más sensible y humano, en la previa a un partido clave por la clasificación al Mundial 2026.
Gustavo Alfaro vivió un momento de gran carga emocional en la conferencia de prensa previa al duelo entre Paraguay y Ecuador por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026 de Estados Unidos, México y Canadá, que se disputará a a partir del próximo mes de junio.
El director técnico de 53 años, que atraviesa una etapa determinante con la Selección guaraní, sorprendió con un discurso íntimo en el que confesó que su paso por Paraguay lo cambió profundamente a nivel personal. “Me hizo daño. Me rompió el caparazón de protección que tenía”, aseguró con la voz entrecortada.
El santafesino explicó que antes de llegar a la Albirroja tenía la sensación de ser impenetrable, casi blindado frente a los golpes que suele dar el fútbol. Sin embargo, admitió que en su experiencia en Paraguay se volvió más sensible, más cercano y mucho más humano. “Yo tenía la piel de cocodrilo, no me entraba una flecha. Hasta que llegué aquí…”, expresó al borde de las lágrimas.
La conferencia tuvo un tono muy personal, donde "Lechuga" reconoció que lo que más lo conmueve son los gestos simples de la gente, especialmente de los niños que lo interpelan preguntándole si realmente es el DT de la Selección. A la vez, pidió no dar por sentado ese cariño: “Los afectos que se ganan son siempre provisorios, los que se pierden suelen ser para siempre”, señaló con crudeza, admitiendo que le preocupa decepcionar al pueblo paraguayo.
Consciente de la ilusión que genera el equipo en su país adoptivo, destacó que, si hay una nación que merece una alegría futbolera, esa es Paraguay. Y en ese marco, subrayó la importancia del duelo contra Ecuador, en el que un empate garantizará la clasificación directa a la Copa del Mundo. “Nuestro sueño es tener el privilegio de abrazarnos al final del partido y decir que lo logramos”, manifestó.
Más allá de los desafíos deportivos, el exentrenador de Boca y de la Selección de Ecuador y Costa Rica insistió en su mirada humanista del fútbol: “No dirijo jugadores de fútbol, dirijo personas que sienten, que tienen miedos, frustraciones y sueños”. Esa perspectiva, según explicó, lo llevó a valorar más que nunca la conexión emocional con sus dirigidos y con toda la sociedad paraguaya.
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