La marca impensada que alcanzó el Boca de Claudio Úbeda tras meterse en semifinales del Torneo Clausura
Tras continuar con el legado de Miguel Ángel Russo en el Xeneize, el ahora director técnico replicó una racha positiva que no se repetía hace casi 6 años.
La Bombonera vivió una noche de desahogo y euforia con el triunfo de Boca por 1-0 sobre Argentinos Juniors, resultado que clasificó al Xeneize a las semifinales del Torneo Clausura 2025. El gol tempranero de Ayrton Costa selló el pasaje, pero el partido dejó además un hito estadístico que tomó por sorpresa a muchos: el equipo de Claudio Úbeda igualó una racha que el club no conseguía desde la era de Miguel Ángel Russo.
En un encuentro donde Argentinos dominó desde el juego y obligó a Boca a replegarse durante largos tramos, el Xeneize volvió a mostrar su faceta más combativa, la misma que lo sostuvo durante gran parte de este semestre. Sin embargo, más allá del análisis futbolístico, el cuerpo técnico celebró un logro especial.
Seis triunfos al hilo: un registro que no se daba desde 2020
Con la victoria ante el Bicho, Boca alcanzó seis triunfos consecutivos en el torneo local, una seguidilla que no lograba desde marzo de 2020, en el recordado sprint final que le permitió a Russo arrebatarle el título a River en la última fecha. La racha actual se compone de los triunfos ante Barracas Central, Estudiantes, River y Tigre, en las últimas cuatro jornadas de la fase regular, más las victorias en los mano a mano ante Talleres y Argentinos Juniors. Una serie perfecta en el momento más caliente del campeonato.
La coincidencia estadística tiene además una fuerte carga emocional. Úbeda, histórico colaborador de Russo, asumió el mando del plantel profesional tras el fallecimiento de Miguel, ocurrido el pasado 8 de octubre. Tomó un equipo golpeado y, con el correr de las semanas, logró estabilizarlo, fortalecerlo defensivamente y reconstruir la confianza colectiva.
Aquel Boca de 2020 también había hilvanado seis victorias al hilo: Talleres, Atlético Tucumán, Central Córdoba, Godoy Cruz, Colón y Gimnasia, una seguidilla que derivó en el título del equipo que entonces lideraba Juan Román Riquelme como vicepresidente y que quedaría marcada por la épica definición ante River.
Para Úbeda, igualar la marca no es solo un dato estadístico: es una forma de honrar a quien fue su maestro y referente. En varias entrevistas, el entrenador destacó que su objetivo es “seguir el camino que trazó Miguel”, tanto en el estilo de conducción como en la construcción del grupo.
La clasificación a semifinales y esta racha histórica parecen confirmar que el equipo recuperó el pulso competitivo y el temple que supo construir Russo. Ahora, Boca irá por más en busca de otro capítulo grande para cerrar un año cargado de emociones.
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