Nadia Podoroska y su difícil comienzo en el tenis: "Pedí plata prestada para poder viajar"
La tenista argentina nacida en Rosario habló sobre las dificultades económicas en los comienzos de su carrera y cómo llegó a hacer historia en Roland Garros.
La tenista argentina Nadia Podoroska, actual 48 del mundo, habló sobre su experiencia en Roland Garros, donde hizo historia y llegó a semifinales, pero quedó eliminada en manos de la polaca Iga Swiatek (17ma.), a quien conocía de nombre y nunca se habían enfrentado.
“Yo venía con mucha confianza, jugando bien, muy contenta con mi tenis, pero la experiencia me ha hecho saber que las expectativas en este deporte no son muy buenas. Muchas veces uno espera hacer un buen torneo o se presiona por los resultados y terminan siendo adversos. Llegué a Roland Garros sin expectativas de clasificar, sino de jugar y creo que eso fue lo más importante", comentó la rosarina en una nota con La Red.
Nadia Podoroska, nacida en una familia de clase media en Rosario, su madre trabaja en una farmacia y su padre es relojero de oficio: “Mi familia nunca pudo bancar la carrera de tenis, tuve mucha ayuda”, aclaró. Hace unos años decidió radicarse en Alicante, España, y apostar por su carrera: “Me vine por mis entrenadores Juan Pablo Guzmán y Emiliano Redondi”.
En cuanto a los motivos por los que se mudó, indicó: “Sabia que el tenis en Sudamérica llega hasta un nivel y siempre tenía las ganas de viajar a Europa o Estados Unidos para estar en la elite del tenis. Al principio fue difícil estar lejos de casa. Pedí plata prestada para poder viajar. Es una apuesta económica muy grande y muy pocas personas lo pueden hacer. He sido una afortunada de poder disponer de ese dinero".
En ese marco, reconoció: "En este momento de mi carrera no pienso en la plata, pero años atrás, en los que estaba muy complicada económicamente, sí lo pensaba. Tenía la presión de no saber si iba a ser el último torneo que iba a jugar, si iba a poder viajar”.
“Tuve muchas lesiones en el camino y fueron pocos los años completos que pude jugar, de los 14 años a los 23 solo jugué dos, el resto sufrí esas dificultades que también me hicieron aprender muchísimo”, comentó sobre su éxito en radio La Red.
"En este torneo jugué por primera vez en una cancha tan grande como la central de Roland Garros (Philippe-Chatrier). La verdad que hacerlo ahí es diferente, tenés más fondo y perdés la noción de dónde estás parada al tener más espacio para irte hacia atrás, tuve la suerte de que el estadio no esté lleno, pero imagino que debe ser incluso más difícil”, afirmó.
Podoroska, que arrancó 255 en el año, llegó al torneo francés en el puesto 131 y ya retomó los entrenamientos en la ciudad española con una "mayor paz" por verse entre las 50 mejores del ranking y a la espera de lo que "vendrá".
Finalmente, la rosarina aseguró: "Mi sueño es ser número uno del mundo, los sueños son el motor que nos impulsan y nos ayudan a levantarnos cada día de la cama, pero hay que poner objetivos a mediano plazo. Daré lo mejor de mí y no sé hasta dónde llegaré".
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